En lo que va del año, la presa internacional La Amistad, que abastece del vital líquido a Nuevo Laredo, ha perdido una cuarta parte de la capacidad que tenía, ante la falta de precipitaciones e incluso un trasvase que se realizó a la presa Falcón.
A pesar de que las presas cercanas a Nuevo Laredo no están en niveles óptimos de almacenaje, está garantizado el abasto para el consumo humano, manifestó David Negrete Arroyo, representante de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA).
“Las presas tienen niveles bajos de almacenamiento. Si sigue bajando más y no llueve, entonces vamos a tener que tomar acciones de emergencia. Esperemos que no lleguemos a eso. Ahorita sí está garantizada el agua”, declaró el titular de la CILA.
Negrete Arroyo resaltó que se requiere de lluvia, esperando que durante esta temporada puedan presentarse copiosas precipitaciones que puedan ser captadas por las presas para aumentar sus niveles.
La Amistad comenzó el año con el 34 por ciento de su capacidad total de llenado; ayer, el nivel estaba al 26 por ciento, es decir, que perdió una cuarta parte del agua almacenada; su descenso más drástico en el transcurso del 2022 ocurrió entre marzo y abril, con un trasvase que se realizó a la presa Falcón, por considerarse que la segunda se encontraba en niveles aún más críticos.
Actualmente, Nuevo Laredo se encuentra en la clasificación de sequía moderada, de acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua; sin embargo, la ciudad aún dista de la crisis que se vive actualmente en Nuevo León, a pesar de la cercanía, donde gran parte del área metropolitana de Monterrey registra días completos sin suministro del vital líquido, mientras que el agua embotellada se ha encarecido considerablemente, así como otros fenómenos propios de la crisis ante la sequía de las presas como La Boca y El Cuchillo, que surten su región.