El río Salado de los Nadadores, un afluente del río Bravo, agoniza a la vista de todos, con un cauce donde el flujo de agua se reduce y deja ver el grado de contaminación, dos niños juegan sin percatarse del peligro que representa la falta del recurso en Estación Rodríguez-Ciudad Anáhuac, Nuevo León.
El menor simula pescar y junta algunas pequeñas sardinas que van quedando atrapadas en las charcas a falta de corriente, en medio de llantas viejas, trebejos y basura que fueron arrojados al lecho contaminando el área, mientras su hermana permanece sentada en el puente de concreto y lo observa.
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Ajenos a la preocupante situación que se vive en zonas del Estado de Nuevo León, algunos habitantes del lugar juegan con una pelota en el ancón del río ahora seco desde hace algunos meses, los adultos mayores sí saben lo que son las secas, como lo llaman, y lo preocupante de no disponer de agua.
“Los mayores sí saben de las sequías, lo vieron y lo sintieron, ahora mismo ya restringen el agua en el área metropolitana de Monterrey, al rato espero y no estemos igual nosotros, ojalá llueva”, dijo Ascensión Góngora, habitante de Estación Rodríguez. Los pobladores claman el agua y las corrientes son cada vez más escasas; José Manuel Jiménez Martínez, del ejido Nuevo Rodríguez,
sugiere apresurar la búsqueda de pozos de agua dulce y tener la disponibilidad de la reserva de agua almacenada y segura y abastecer a las colonias. Considerado uno de los ríos más importantes de Estado de Coahuila, tiene su origen al juntarse las corrientes de los ríos San Marcos y Nadadores del municipio del mismo nombre, pasa por Sacramento, Nadadores, San Buenaventura, Abasolo y Escobedo. Recorre 120 kilómetros en el Estado de Nuevo León y forma parte del paisaje ahora urbano de Estación Rodríguez y la cabecera municipal Ciudad Anáhuac, Nuevo León.