El Covid-19 además de dañar la salud de miles de neolaredenses, enfermó también a un sistema que ya tenía muchas deficiencias, el educativo, pero para ese problema no ha habido vacuna aún.
Roberto aún está en edad escolar primaria, debería cursar el quinto grado, pero optó por no regresar a las aulas ahora en la modalidad presencial, además de que durante la pandemia no presentó tareas y sus padres así lo permitieron, ahora, el menor labora con su padre en un taller.
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“Desde el mes de noviembre del 2021 se lanzó un comunicado emitido por el Comité Estatal para la Seguridad en la Salud en conjunto con el Comité Técnico para el Seguimiento del Regreso a clases presenciales, en el cual la palabra -voluntario- enfatizó un papel con demasiados adjetivos, uno de ellos es que el docente debe respetar la decisión de los padres de familia de no retornar a clases presenciales, todo ello ha ido acrecentando el gran abismo educativo, además de la gran inestabilidad emocional de los alumnos”, expresó Claudia Gónzalez, maestra frente a grupo.
La docente manifestó que hoy en día los estudiantes se encuentran en un intermedio del querer y no poder asistir ya a las aulas a recibir la educación presencial, debido a las decisiones que toman algunos padres de familia, basándose en todas las lagunas de los semáforos epidemiológicos que muestran día a día las redes sociales.
“Los docentes frente a grupo continuamos siendo los títeres educativos, mientras los padres pueden jugar el papel de conejillo de indias para las autoridades educativas estatales, quienes siguen manejando el regreso a clases presenciales como ‘voluntario’, haciendo firmar a los padres de familia actas responsivas, en las cuales el sistema educativo se deslinda en caso de que los alumnos sufran algún problema de salud, dentro de las aulas”, refirió.
Las aulas de las escuelas en Nuevo Laredo tienen aproximadamente medidas de 6 x 8 metros, mientras que los grupos en algunos casos sobrepasan los 30 alumnos, además hay problemas de ventilación, mientras que el docente encuentra unido al padre de familia la manera de poder brindar todos los recursos de material de higiene y continuar los protocolos de seguridad para evitar contagios.
Manifestó que entre la comunidad educativa, principalmente de su escuela, existen muchos cuestionamientos que quedan al aire, entre ellos la determinación que han tomado las autoridades en torno al regreso a clases y considera que falta más empatía por parte de las autoridades educativas con los maestros, ya que son ellos quienes enfrentan todos los problemas que han padecido los niños, como el rezago..
“Eso sólo demuestra una vez más la falta de empatía con la realidad que se vive a diario en cada una de las aulas tanto con los docentes como con el eje de todo nuestro sistema educativo que son los alumnos”, puntualizó.