En Nuevo Laredo se estima que hay más de 20 mil perros callejeros, en su gran mayoría tienen dueño, pero al crecer los sacan a las calles y otros se escapan de casa.
Cifras que pudieran ser mayores, ya que se tiene 8 años que no se realizan capturas, y los perros se reproducen, dos veces al año, y según la raza llegan a tener más de 10 camadas.
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“Tenemos ya ocho años sin capturar perros, era algo que hacíamos en conjunto con el Municipio, los animales capturados se llevaban al antirrábico, se ponían en observación de 72 horas, y si no eran reclamados se daban en adopción, y los perros enfermos se sacrificaban”, explicó Juan Antonio Salinas, director del Centro Antirrábico.
Destacó que más que capturar y sacrificar a los animales se debe de trabajar en la concientización de la población para que cuide a sus animales y les muestre su cariño teniéndolos en casa y no en las calles.
Dijo que uno de los problemas es que cuando las mascotas son cachorros los tienen en casa y cuando comienzan a crecer los sacan, ya no les gustan:
“Los animales no son juguetes son seres vivos, antes de tener uno en casa deben de analizar la responsabilidad que representan para ellos y los cuidados que requieren, y si en verdad los quieren o solo es la emoción del momento”.
Además, los problemas de salud pública a los que se enfrenta la ciudad, pues son portadores de muchas de ellas, como la sarna, la rickettsia entre otras, así como el orín y las heces fecales desencadenan enfermedades como la giardiasis, salmonelosis, toxoplasmosis, parasitosis, y la más grave: leptospirosis.
Salinas Aguilera dijo que esta última provoca infecciones que podrían causar hemorragias internas, mientras que las demás van desde ataque a órganos internos, fiebres muy altas e incluso microcefalia, así como conflictos de limpieza y daños al medio ambiente al defecar en cualquier sitio y sin ningún control.