A diferencia de la primera cepa del Covid- 19, los medicamentos mayormente utilizados por los neolaredenses para tratar el coronavirus desde hace casi dos años, como lo son la ivermectina y azitromicina, no son ideales para la última variante, declaró Francisco Mejía Barrientos, jefe de la Jurisdicción Sanitaria no. 5, en Nuevo Laredo.
Si bien, los kits que se entregan a la población cuentan con estos medicamentos, se le explica a la población que no deben tomarlos, ya que no son adecuados para esta nueva cepa, pero sí el resto de tratamiento que son zinc, vitaminas como D y C, antihistamínicos y Paracetamol.
En este sentido, explicó que el tratamiento que se envía a las jurisdicciones para la población debe ser entregado completo, sólo se les hace esa indicación, ya que no tienen ningún efecto para esta nueva cepa.
Mejía Barrientos indicó que para dar este tratamiento, es importante acudir a sus unidades de salud, para que a través de la sintomatología sean referidos para la práctica de una prueba de confirmación de coronavirus y su tratamiento, ya que existen muchos otros procesos respiratorios con esa triada de síntomas como rinitis, rinorrea, rinofaringitis, que afecta la nariz, faringe y este se puede dar por un proceso viral, por Covid, por una bacteria o por estafilococos.
En este aspecto, comentó el Máster en Salud Pública, que por cada dos personas con síntomas similares a Covid-19, uno es positivo.
“Es importante saber que quien identifica los síntomas son los médicos de primer contacto, en base a la sintomatología, porque recordemos que tanto las pruebas de laboratorio debes de pensar en lo que voy encontrar basado en mis signos a un paciente y no usar la prueba al revés”, declaró.
El salubrista agregó que si se sospecha de Covid, existe un método para su confirmación, si se cree que es una neumonía o bronconeumonía, se le debe de decir al paciente, para ir depurando estas patologías.
En lo que corresponde a la Secretaría de Salud a principios de año se estaban haciendo 60 pruebas diarias, estas en base a tres criterios básicos para la variante Ómicron, es decir, en el interrogatorio clínico.
“Si es rinorrea, presenta moco acuoso por la nariz, tos y dolor de garganta, malestar general, muscular articular, y poca fiebre, triada de síntomas, nos hacía sospechar en que se trata de un paciente Covid Ómicron, diferente a la Covid que nos causó muchos ingresos a los hospitales y muchas muertes, que presentan fiebre, dolor de cabeza, tos, afecciones en las vías inferiores, árbol bronquial y pulmonar”, explicó el médico en una plática de salud con motivo del Día Mundial del Enfermo, a través de la red social de la Diócesis de Nuevo Laredo.
Durante esta plática presentó el panorama, a dos años de esta, las consecuencias han sido devastadoras a nivel mundial, patología que no respeta sexo, edad, ni credo.
“Les puedo comentar que en el 2009 me tocó vivir la pandemia de la influenza en aquella ocasión se generó el uso del cubrebocas, y eso nos llevó a generar de raíz un control de la enfermedad, con tratamiento te Tamiflu y otros se logró su control”, expresó.
En el caso del coronavirus el cubrebocas, lavado de manos y la sana distancia son esenciales para cortar esta cadena de transmisión, acciones sanitarias que llegaron para quedarse.