Los delitos de fraude y abuso de confianza llegaron a un punto crítico en Nuevo Laredo al registrar un incremento del 24 y 26 por ciento, respectivamente, de las denuncias formales por estos ilícitos.
En lo que va del año se han interpuesto ante el Ministerio Público al menos 102 denuncias por fraude y 53 por abuso de confianza, representando el nivel más alto (para un periodo enero-octubre) de los últimos tres años en la ciudad, que suele acentuarse en adultos mayores como el segmento etario más afectado y el fin de año como el periodo de mayor incidencia.
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Aunque aún faltan dos meses por cuantificar en las estadísticas (noviembre que acaba de concluir y diciembre que recién comenzó), el 2022 está a sólo cinco casos de fraude de superar a todo el 2021 (107 denuncias) y rebasó ya la suma total del 2020 (83 denuncias).
En el caso del abuso de confianza el panorama es similar, pues las 53 denuncias de los 10 meses transcurridos superan ya a años completos como el 2020 y 2021, respectivamente.
María de los Ángeles, viuda neolaredense de 75 años, confió en un hombre que dijo ser abogado y que la apoyaría a obtener una pensión correspondiente a su esposo fallecido; sin embargo, durante casi un año le cobró 11 mil pesos por “honorarios” para un caso que nunca va a prosperar, pues el hombre que pasó a mejor vida carecía de seguro social en su antiguo empleo, por lo que no tuvo derecho a pensión o alguna otra prestación.
José, un adulto de 86 años, cometió el error más común de los dos delitos antes mencionados: confiar en un familiar que terminó por estafarlo, luego de que un sobrino lo llevó a firmar documentos asegurando que eran sólo para fungir como aval para un préstamo; sin embargo, en realidad era para buscar despojarlo de una vivienda que formaba parte de su patrimonio.
La recomendación de abogados y autoridades que manejan este tipo de casos pudiera ser obvia: no confiar en cualquier persona y leer todo o asesorarse antes de firmar cualquier documento; sin embargo, omitir esas premisas sigue siendo la causal de la mayoría de las incidencias de ambos delitos aquí presentados; desde situaciones sencillas como aceptar ayuda de desconocidos en los cajeros automáticos hasta el signado de papelería sospechosa, siendo estos ejemplos mucho más comunes durante diciembre, en que muchas personas reciben aguinaldos.