"Iniciamos aquí nuestro ministerio en 1997 en Nuevo Laredo, pudimos construir para ayudar al más perdido y necesitado, cuando llego me prestan una casa sola y deshabitada con carencias, nos hicieron una donación y empezamos a construir de la nada", informó Juan Villavicencio pastor fundador de la iglesia cristiana Alcance Victoria.
Los integrantes de la iglesia que celebra en este mes su 25 aniversario, mantienen su labor social a la comunidad desde hace más de dos años brindando comida gratuita a migrantes, enfermos o familias de escasos recursos con alimentos los martes en la plaza Los Insurgentes, además de donaciones de ropa, cortes de cabello.
“Soy originario de Ensenada, Baja California, estuve en el norte en Estados Unidos y ahí el Señor me alcanza, mi pastor llegó a San Antonio y llegó, venía para acá y sentí la necesidad de venir con mi esposa Susana”, dijo el pastor regional de 70 años.
Torreón, Coahuila, Monterrey, Nuevo León y Ciudad Victoria, Tamaulipas son algunos de los municipios donde supervisa Villavicencio las iglesias existentes y algunas casas habitación que son utilizadas para rehabilitar personas de sexo masculino mayores de 18 años con adicciones.
“Sentí el deseo de llegar para apoyar en Nuevo Laredo, de repente estamos sin saber que iba a suceder desde el 19 de noviembre de 1997, sufrimos una necesidad que no teníamos además del clima diferente al de California que es excelente, en comparación al frío y calor que existe acá, nos prestaron una iglesia pequeña, luego en Comonfort y 5 de Febrero pagando 2 mil pesos”, contó.
Decidieron moverse cerca de la Cruz Roja sobre calle Independencia pagando 5 mil pesos, después en la colonia Hidalgo con una renta mensual de 10 mil pesos, pronto pensarían en tener su propio terreno y edificio, algo que se cristalizó en poco tiempo .
“Vamos que Dios nos de algo, una propiedad y edificar, sucedió un milagro, la madre de una persona que se estaba rehabilitando, su mamá nos donó 10 mil dólares para comprar un terreno, nos vendían uno en 40 mil, nos dio el dinero, un anticipo sin conocerla, al mes pagábamos mil dólares”, recordó el pastor fundador. En el piso y la tierra se quedaron dos años bajo las carpas y comenzamos a edificar de la nada con apoyo de algunos integrantes.
“Yo pongo blocks, yo tengo esto otro, me regalaron una carpa y estuvimos con aquel solazo y poco a poco, no supe ni cómo y de repente ya tenemos edificado gracias a la gente que hizo mucho en su propia iglesia, por la necesidad porque nos dimos cuenta que era pagar mucho dinero en rentas”, manifestó.
Hoy cuentan con su propia iglesia edificada en la colonia Mirador y en las próximas semanas estarán conmemorando su aniversario de plata.
“El gozo de un pastor es poder mirar a la gente realizada, tener nuestra iglesia y seguir adelante, cuento con una asistencia de más de cincuenta matrimonios cuando no los teníamos y trabajamos mano a mano con la sociedad, lo que hacemos y hemos hecho en estos años no es en vano por la Gloria del Señor”, finalizó.