Desde hace 30 años, las camas censables en Nuevo Laredo no se han incrementado en los hospitales públicos locales, para ser exactos han sido 200, insuficientes para más de 425 mil habitantes, es decir, una cama por cada 2 mil 125 neolaredenses, cuando el promedio de la OMS y OCDE es de 4.7 por cada mil personas.
Se encuentra incluso por debajo del promedio en Latinoamérica, de 2.1 camas por cada mil habitantes. La Secretaría de Salud considera que lo mínimo adecuado para esta ciudad sería de al menos 400.
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“La administración pasada deja al sistema de Salud en una condición precaria y colapsada en Tamaulipas y hablo públicamente por la Secretaría de Salud, no tenemos insumos, hay carencia de personal, hay sobrecarga de trabajo, no hay camas, y me da tristeza ver cómo las enfermeras les dan las recetas a los familiares para que compren las cosas, cuando es la Secretaría la que debe hacerlo”, expresó Adolfo Sierra Medina, actual líder sindical de la Subsección 51 de los trabajadores sanitarios.
La pandemia del Covid-19 dejó en claro la necesidad de incrementar las camas censables, ya que para atender a la población enferma con coronavirus, el Hospital General Solidaridad y el Hospital del IMSS tuvieron que destinar casi todas sus camas a este padecimiento, para hacer frente a la pandemia, dejando desprotegida al resto de la población.
Además, el gobierno del Estado anunció en su momento la construcción de la Unidad Covid, dependiente del Hospital General con 40 nuevas camas, pero fueron evidenciados por los trabajadores sanitarios, ya que 20 de éstas eran las que ya se tenían en el nosocomio.
“Seguramente el doctor Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas, tendrá que gestionar ante López Obrador un presupuesto adicional para recomponer, reconstruir el colapso de salud que tenemos en Tamaulipas”, dijo Sierra Medina.
Además, la imperiosa necesidad de contar con un tercer hospital, que hasta ahora sólo se tiene como un proyecto, mismo, que la administración estatal pasada anunció tendría 120 camas (que aun así serían insuficientes) y no se cumplirá con el indicador de al menos una cama por cada mil habitantes que establecen las normas.
Finalmente, comentó que el problema es que esta ciudad en cuestión de infraestructura hospitalaria no ha crecido a la par de la población y aunque se habla mucho del nuevo Hospital General que se pretende en el sector poniente, hasta ahora ha quedado en proyecto, por lo que confía que con la nueva administración estatal sí se concrete, y ya que es vital.