La hipertensión y la diabetes son dos de los padecimientos crónicos degenerativos que más aquejan a los neolaredenses; en Nuevo Laredo tres de cada 10 neolaredenses sufren de esta patología.
En el caso de la diabetes, ocupa la tercera causa de muerte, no es para menos, a diario, una persona muere por esta patología, siendo la diabetes tipo 2, la que más afecta a los neolaredenses.
La hipertensión y la diabetes son dos de los padecimientos crónicos degenerativos que más aquejan a los neolaredenses, en Nuevo Laredo tres de cada 10 neolaredenses sufren de esta patología.
En el caso de la diabetes, ocupa la tercera causa de muerte -no es para menos, tres a diario-; esta patología, la diabetes tipo 2, es la que más afecta a los neolaredenses.
Ambas patologías no sólo vulneran sino elevan las posibilidades de morir a etapas tempranas por males del corazón, explicó Francisco Mejía Barrientos, jefe de la Jurisdicción Sanitaria no. 5.
SOBREPESO
Además, estas enfermedades están relacionadas a la obesidad y sobrepeso, otra pandemia que se enfrenta en Nuevo Laredo, y que deriva en diabetes y en el desarrollo de la presión arterial, que con el paso del tiempo y el mal control de sus padecimientos se agregan otras como falta de circulación, insuficiencia renal, pérdida de la vista y amputaciones de sus extremidades.
Tomando en cuenta una densidad poblacional de aproximadamente 400 mil habitantes, la Secretaría de Salud estima en casi 120 mil los pacientes con diabetes e hipertensión en Nuevo Laredo.
Ante este panorama de salud pública exhortan a cambiar los hábitos alimenticios y ejercitarse, ya que la obesidad y el sobrepeso son los principales causantes de esta patología que además hace a este segmento particularmente vulnerable al Covid-19.
De esta cifra, alrededor de 60 mil crónicos (diabéticos e hipertensos) forman parte del control del IMSS y de la Secretaría de Salud.
SIN CONTROL
Cabe destacar que la Secretaría de Salud tiene registrados a alrededor de 2 mil 355 diabéticos y dos mil hipertensos, pero la mitad de éstos no acuden a un control, derivado del miedo a contagiarse de coronavirus.
“Muchos de estos pacientes compran sus tratamientos, pero no saben si las dosis que toman son las correctas, ya que desconocen cómo están sus niveles de glucosa y presión arterial, y esto puede terminar en complicaciones graves para su salud”, dijo el galeno.
Entre los cuales destacó perder sus extremidades, terminar con daño renal y quedarse ciegos, entre otras muchas otras patologías que van desarrollando a consecuencia de la diabetes.
Mientras que el resto de los pacientes crónicos pertenecen a la Unidad de Medicina Familiar no. 76 o la 78, con un similar comportamiento en la constancia de sus consultas médicas, en donde se tiene bajo control a más de 12 mil 897 diabéticos y 19 mil 583 hipertensos, de los cuales cerca de 300 tienen daño renal, cerca de 200 requieren de hemodiálisis y más 100 diálisis.
Según estadísticas de la Secretaría de Salud al menos mil 500 neolaredenses sufren de insuficiencia renal y más de 100 en espera de un trasplante, pero al final del día todos los crónicos requerirán de un riñón para tener una mejor calidad de vida.