Un total de 712 neolaredenses han muerto durante todo el 2021 y los primeros 10 días de enero de este año por problemas cardíacos, cifras que irán en aumento, de no cuidar la salud del corazón como reducir consumo de alimentos con sal y grasa.
Además, se debe evitar el alcohol y tabaco, porque son factores que pueden provocar un infarto agudo, aún en personas jóvenes; aunado al sobrepeso, obesidad y enfermedades agregadas como presión arterial y la diabetes, que vulneran la salud de los neolaredenses incrementando las posibilidades de morir por un infarto.
José Martínez, director del Hospital del Seguro Social, manifestó que la mala alimentación y sedentarismo provocan el desarrollo de estas enfermedades, y en quienes ya las sufren provocan descontrol en la presión arterial, que es la causa principal de los infartos del corazón y la insuficiencia cardiaca.
Uno de los productos que más se usan en casa para dar sabor a la comida es la sal, y este es el enemigo principal para las personas hipertensas, pero también para quienes no lo son, ya que genera un gran daño a la salud, sobre todo al corazón, ya que descompensa a las personas y las piernas comienzan a hincharse por la retención del sodio.
Otro grave problema son las comidas con alto contenido de grasa, que provocan el desarrollo de colesterol y triglicéridos aumenten en la sangre y “son componentes importantes para predisponer y detonar un infarto”.
Mencionó que otro “factor gatillo” es que hay pacientes con enfermedades crónicas que dejan de tomar sus medicamentos por olvido, por hacer un viaje o tomar bebidas alcohólicas, “siempre se deben respetar horarios, dosis y tener sus medicamentos a la mano”.
Además, dijo, consumir alcohol en exceso puede producir una “cardiomiopatía alcohólica”, esto es que el músculo del corazón recibe un efecto similar al de un infarto, pues disminuye su función para bombear la sangre a todo el cuerpo.
Martínez agregó que el tabaquismo, ya sea con cigarro normal o electrónico, así como el consumo de drogas, también son dañinos al corazón y un factor de riesgo para sufrir infartos o arritmias.
Indicó que los padecimientos cardiovasculares que más afectan a las y los derechohabientes son la hipertensión arterial, con mayor prevalencia “una de cada tres personas mayores de 20 años, tiene o tendrá este padecimiento”; le siguen las enfermedades isquémicas por la interrupción del flujo en el corazón debido a la obstrucción de las arterias por grasa. Otros padecimientos son de tipo valvular y congénito.
El galeno exhortó a los derechohabientes con enfermedades del corazón a privilegiar la prevención, llevar un control bimestral, una vida más saludable y acudir al médico al menos una vez al año.
Añadió que el IMSS cuenta con módulos de PrevenIMSS para identificar factores de riesgo y la aplicación IMSS Digital para la gestión de citas.
“La revisión permite saber cómo está su presión arterial, la glucosa, el Índice de Masa Corporal, el peso y otros factores, para hacer un balance adecuado del riesgo que tienen de padecer una enfermedad cardiovascular importante que incluso puede cobrar la vida, como es el infarto agudo del corazón”, enfatizó.
Destacó que las siete estrategias del programa “A todo corazón” operan de manera continua en los componentes de prevención y promoción de la salud.
Además resaltó que el programa Código Infarto ya está en todo el país, en las 35 representaciones del Seguro Social, funciona 24 horas, los 365 días del año.
Señaló que hasta el 80 por ciento de los infartos se pueden evitar con hábitos saludables, buena alimentación, ejercicio diario de 30 a 60 minutos, tener un peso adecuado, evitar consumo de alcohol y tabaco, y llevar control constante de niveles de presión arterial, glucosa, colesterol y triglicéridos.
Síntomas de un infarto
Si tiene estos síntomas, busque ayuda de inmediato.
- Presión, opresión, dolor, o sensación de compresión o dolor en el pecho o en los brazos, que puede propagarse hacia el cuello, la mandíbula o la espalda.
- Náuseas, indigestión, ardor de estómago o dolor abdominal.
- Falta de aire.
- Sudor frío.
- Fatiga excesiva.
- Aturdimiento o mareos repentinos.