Hace 22 años, el Centro Educativo y Rehabilitación A.C (Cerac), empezó como un sueño, de la familia Lujan Gutiérrez, hoy es una realidad que trastoca los corazones neolaredenses, sosteniéndose con apoyos que realizan ambos Laredos para personas con alguna discapacidad y familias vulnerables.
Cerac se inició con cinco alumnos y a la fecha son más de 130, más cientos de personas que se apoyan externamente con servicios gratuitos, como diversas terapias, además se ayuda a las familias de escasos recursos con despensas, pañales, comida, medicamentos y un sinfín de acciones; ya que este fue el sueño de Teresa Lujan, fundadora del organismo, dijo Alma Rosa Lujan, presidenta del Cerac.
“Este fue el sueño de mi hermana Tere. Tenía a su hijo con parálisis, y cuando el médico le dijo que no podría ir a la escuela porque tenía parálisis cerebral y usaba pañal, fue realmente duro para ella”, expresó.
No era para menos, Teresa era una mujer muy inteligente, catedrática de la UAT y estudiante de doctorado, pero la muerte la sorprendió y años después, en el 2005, Javier, por quien nació este centro perdió la vida.
La noticia de que su hijo no podría estudiar en una escuela regular, ver que los profesionales no tenían interés de apoyar realmente a niños como Javi, fue que decidió realizar este sueño, que hoy tiene 22 años sumando manos amigas para los más necesitados.
“Soñamos con un lugar así, de lo que era saber que es la rehabilitación a entender de cómo se hacían, y cuál era el proceso para ver cómo el niño va avanzando, desde un simple problema de lenguaje hasta cosas complicadas como autismo, síndrome Down”, dijo.
A este centro han llegado adultos con algún padecimiento y ha ido creciendo, hasta ser un Centro de Rehabilitación donde se apoya con rehabilitación y material a personas de bajos recursos y capacidades especiales.