Son las 8:00 de la mañana de un día cualquiera en que todos van a iniciar sus actividades; miles de vehículos se enfilan por la calle Venezuela desde el poniente -donde se encuentran los sectores poblados de la ciudad-, con dirección al oriente; el dolor de cabeza diario ha comenzado, con un embotellamiento.
A las 6:00 de la tarde el problema se replica con el regreso de ese mismo aforo, pero ahora por la calle Perú, hacia el poniente, y en verano esto implica soportar la fila en medio de las altas temperaturas. “Siempre es un caos. Vivo al poniente y todas las mañanas debo agarrar esa calle para ir al trabajo.
La tomó más o menos a las 7:45 de la mañana y logro pasar todo el tráfico como hasta las 8:12; es mucho tiempo. Ya es insuficiente la calle para el número de carros que hay en la ciudad”, expresó Pablo Anzures.
Comentó que hasta ahora la calle Venezuela es su única opción, pues otras vías que también conectan a esos dos cuadrantes de la ciudad son distantes y tardaría más en llegar, a pesar de que estén un poco más fluidas.
POCAS OPCIONES
Pablo, así como muchos otros neolaredenses, utilizaba con frecuencia la calle González para ir del poniente al oriente, pero desde el primero de junio ha estado cerrada debido al hundimiento que se registró a la altura de la calle América, lo que sólo ha derivado en un incremento considerable de flujo en las otras vías más cercanas, como la calle Venezuela.
VÍAS ALTERNAS
Para algunos ciudadanos, es mejor utilizar otras vías, sin embargo, esto se convierte en un trayecto mucho más largo, al rodear prácticamente toda la ciudad, lo que supone también un mayor tiempo de traslado; una de las rutas alternas es por el bu leva r Municipio Libre o bien Carretera Aeropuerto, pues la calle Anáhuac sigue cerrada, tras varios meses. “La verdad desde hace tiempo prefiero tomar otras vialidades, aunque me quede más lejos el destino, pero me causa mucho estrés usar la Venezuela, y la Perú ni se diga, ambas calles hay cierta hora del día que se vuelven imposibles de transitar”, comentó Melisa Vázquez.
URGE ARTERIA
Para los ciudadanos, al igual que los urbanistas como el arquitecto Alejandro Ramírez, es urgente materializar una vía amplia y estratégicamente ubicada para conectar de manera eficaz al poniente con el oriente de Nuevo Laredo, utilizando dos carriles en ambos sentidos. “Ya es necesario destinar recursos públicos para comprar propiedades y abrir vialidades o ejes de movilidad, es la única opción”, expresó el arquitecto urbanista. En la ciudad hay vías férreas con poca o nula actividad cuyo trazado y dimensiones se asemejan a las de una avenida de cuatro carriles, con espacio adicional a los costados, además de que atraviesan la ciudad de poniente a oriente, en las cuales se podrían construir avenidas, finalizó.