Se les cae techo encima a los trabajadores del Hospital General. Las recientes lluvias evidencian el abandono y el desinterés del gobierno estatal, lo que pone en riesgo a empleados y pacientes.
“El hospital se nos está cayendo en pedazos, tenemos todas las áreas dañadas, Consulta Externa, Encamados, Cuerpo de Gobierno, pasillos y Urgencias; en esta última ni aire acondicionado se tiene”, manifestó Luis Alberto Zúñiga Bernal, secretario general de la Subsección 15 de la Sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud.
Además, el techo de consulta externa, en donde se encuentra el epidemiólogo, se cayó completo.
“Desde la tormenta del 26 de setiembre del 2017 en el que se inundó el hospital a la fecha, el hospital se sigue goteando; pese a que este techo se había reparado y al año de estas adecuaciones, las filtraciones continuaron, y hoy se nos está cayendo de nuevo el techo: es un edificio muy viejo, por más de 15 años fue una obra negra, lo ponen funcionamiento y no le meten mano; ya tiene más de 40 años, necesita una fuerte inversión, pero no llega, pese a que los directivos ya la solicitaron”, dijo vía telefónica el líder sindical.
El sobretecho está muy dañado y los trabajos que se hicieron hace poco más de dos años no fueron los óptimos -se hizo a medias, no se terminó-, siendo Consulta Externa la más dañada.
“Todo está caído, en esta área, nuestros compañeros están en riesgo, nosotros ya solicitamos recursos y lo mismo hizo la directiva, y lo único que nos mandan son cubetas de impermeabilizante”, mencionó.
Y es que los plafones de todas las áreas padecen de gran cantidad de goteras que surgieron con la lluvia, y las hay tanto en Hospitalización, USIM y Urgencias, como en las salas de espera de los consultorios. Pero la principal preocupación para el cuerpo de médicos, enfermeras y personal son los pacientes, los que reciben una mala atención porque en todos lados están los problemas que causan molestias cuando acuden a un consultorio.
Aunque se pide el recurso, las autoridades estatales no lo mandan, situación que se empeora en áreas como Urgencias, en donde el clima ya no funciona, y pese a los riesgos siguen siendo ignorados.