Una multitud de neolaredenses de aficionados al Cruz Azul celebraron la obtención del título con alegría desbordada después de 23 años de aguantar las ganas de festejar.
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Desde varias avenidas de la ciudad que convergen al Monumento a Benito Juárez cientos de autos hicieron fila para llegar a la rotonda.
Banderas, porras y gritos apoyando al Cruz Azul
Dentro de los autos, aficionados de todas las edades sacaban sus banderas celestes al grito de ¡Campeones! llegando incluso a congestionar las calles haciendo imposible seguir circulando.
Los vehículos hacían sonar sus claxons repetidamente rompiendo el silencio normal de una noche de domingo.
Sobre la calle Guerrero los aficionados que invadieron las calles con sus autos y camionetas llegaban más allá del cruce con la Calle Maclovio Herrera.
El tráfico se hizo denso y a vuelta de rueda, pero eso no importaba a los aficionados por el júbilo de sus grito y porras.
Mucha gente prefirió estacionarse en las calles aledañas para seguir su camino al monumento ante la imposibilidad de poder llegar en auto.
Festejo fue en grande
El barullo al acercarse al punto de festejo se hacía cada vez más ensordecedor y al llegar al punto de festejo, bocinas y cohetones se combinaban con los gritos de alegría de los aficionados al Cruz Azul.
Grandes banderas celestes ondeaban al pie del Benemérito, mientras personal de bomberros y protección civil vigilaban de cerca intentando mover sus unidades entre la gente que invadía el paso vehícular.
Cabe señalar que este festejo ha sido más grande que años anteriores con otros equipos que han sido campeones, en cuanto número de aficionados e intensidad.
23 años tuvieron que pasar para que en Nuevo Laredo los fanáticos del Cruz Azul festejaran a pulmón abierto el triunfo de su equipo