La gente del campo sufre, en ejidos como Nuevo Rodríguez cayeron varias pulgadas de agua y en otras no, con eso el campo reverdece después de que se quemó con las heladas pasadas del mes de febrero, informó Roberto Velarde Tristán.
Después de las heladas del 15 de febrero, las plantas endémicas de la región y pastos, se quemaron por las bajas temperaturas consideradas atípicas.
“Todo se quemó y no quedó nada, las nopaleras todo está deteriorado, y con la humedad las praderas de aquel lado se recuperan los pastos para alimento del ganado”, dijo.
Recordó que en estas condiciones es difícil apostarle al campo, los animales de agostadero sufrirán por falta de alimento, enflaquecidos el precio baja y la paga poca, lo peor es la mortandad de animales.
“Por el lado del ganado podrán sembrar tal vez un poco de zacate bofe, este requiere de poca agua, quienes tienen pozo podrán sembrar algo de alfalfa”, dijo.
Los primeros brotes verdes y frescos crecen pegados a los enormes troncos de los rompe vientos o pinabetes, algunos vencidos por el peso de su follaje, en los mezquites las vainas cuelgan de la enramada en el campo que renace después de las gélidas temperaturas.
Huizaches, cactáceas, salvia silvestre, cenizos y matorrales en general se regeneran y abren las brechas con el verdor característico, después de la humedad de las lluvias besanas, brindando alimento a la fauna silvestre de la región.
“Se necesita llueva más para que esto se recupere por completo, de otra manera el ganado la va a sufrir y pierden los propietarios a los animales y no sacas nada, esperamos las lluvias del próximo mes y se pueda recuperar esto”, concluyó.