ANÁHUAC

Dejan la agricultura por sequía en Anáhuac

Las heladas registradas en febrero provocan incluso la muerte de animales, por lo que el negocio ya no reditúa

Martín Guadalupe Martínez Vázquez dejó de sembrar hace cinco años.
Martín Guadalupe Martínez Vázquez dejó de sembrar hace cinco años.
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Escrito en NUEVO LAREDO el

Aquí la agricultura no funciona y dejé de sembrar hace cinco años, solo un año sembré soya, levanté 500 kilos por hectárea y se decía otra cosa, tengo algunas borregas y perdí 30 por las heladas de febrero pasado, informó el ejidatario Martín Guadalupe Martínez Vázquez del módulo 7 del ejido Nuevo Rodríguez del Distrito de Riego 04.

El como muchos otros agricultores divide sus actividades y tiempo en distintas tareas para subsistir, dedicándose en algo al carbón y a la cría de borregas para entretenerse dice, la naturaleza los castigó con heladas atípicas, perdiendo ganado ovino y dinero.

“Yo tenía cinco hectáreas de soya, me dio dos toneladas y media en las cinco hectáreas, no fue costeable y me lo pagaron en cinco mil pesos en el mercado”, dijo el agricultor.

Desalentado dejó de hacer lo que tanto le gustaba y empezó a comprar algunas borregas que llega a vender los fines de año con las fiestas decembrinas, pero afirma que sostenerlas en una zona donde el clima que predomina es caluroso extremo no es nada fácil.

“Ahora en las heladas se me murieron muchas borregas, te puedo hablar de que perdí como treinta animales casi por lo regular borregas, la chiva fue menos el costo entre los animales que yo perdí estamos hablando de 25 mil pesos”, manifestó lamentándose.

El ganado ovino y caprino tenía como refugio unas techumbres para protegerse, pero la gélida temperatura propicio que se amontonaran con el frío tratando de buscar el calor de unos y otros, dando como resultado que se aplastaran y asfixiaran.

“Se aplastaban entre ellos la que se echaba abajo, la otra se echaba encima y se ahogaban las que quedaban abajo y amanecían muertas, se aplastaban ya nos había sucedido hace treinta años atrás, esto fue lo más pesado que yo recuerde”, contó.

Para recuperar a los animales que perdió el ejidatario de Nuevo Rodríguez mínimo y si el tiempo y son buenos se llevará dos años, la falta de lluvias y pastos frescos en las praderas y sin riego, no hay muchas garantías para el ganado menor.

Con paciencia había salido al campo a corta zacate que carga en la caja de su modesta camioneta para alimentar a las borregas, algo que no siempre hay en las praderas por las sequías, el clima fue benévolo en esta ocasión y las últimas precipitaciones propiciaron que este creciera cuando por lo regular está seco.

“Estamos olvidados tanto la agricultura como la ganadería completamente, no nada más soy yo fue toda la región y nadie recibió nada que yo sepa de apoyos, yo pedí treinta, el otro perdió cuarenta y el otro quince y otro más veinte animales, nadie ganó y si todos perdimos”, manifestó el ejidatario.

Contó que preguntaba con otros ejidatarios como les había ido después de las heladas y las historias eran tan reales como la de el con resultados lamentables ante la pérdida total de su ganado y el dinero invertido en ellos.

“Me contaban que se les enfermó una vaca y otro que tenía entumidas dos vacas y no se levantaban y también tuvieron pérdidas”, afirmó.

Sin opciones seguras para poder iniciar o invertir en la tierra, con menos borregas y más deudas, las posibilidades se cierran a falta de recursos.

“Sin agua, ni apoyos y ahora con menos borregas, esto se pone crítico en el campo esa es la realidad por eso dejé de sembrar cuando amo todo esto”, concluyó Martín Guadalupe Martínez Vázquez.

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