Aunque a puertas cerradas, y con una cantidad reducida de feligreses, la Catedral del Espíritu Santo rememoró la Pasión de Cristo y el viacrucis.
La liturgia de la Pasión de Cristo se vivió de diferente manera, pues las más de 40 parroquias que pertenecen a la Diócesis de Nuevo Laredo, optaron por diferentes estrategias de evangelización, debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19.
En la mayoría de las parroquias transmitieron alrededor de las 10:00 de la mañana los viacrucis, en el que se narró el camino de Jesús hasta el monte Calvario mientras cargaba la cruz, un trayecto compuesto por 14 estaciones que representan ciertas escenas de la Pasión y Muerte de Cristo.
“Iniciamos el recorrido que Jesús hizo por amor a nosotros, contemplando desde su dolor y soledad las realidades que nos conmueven e interpelan; por una parte el pecado que nos aleja de Dios, y por otra, el rostro del Padre que nos muestra su misericordia de su hijo Jesús”, dijo Enrique Sánchez Martínez, obispo de Nuevo Laredo.
En esta ocasión, cada estación fue ofrecida a diferentes aspectos como la justicia restauradora, la dignidad de las mujeres, los enfermos de Covid, entre otros, que marcaron un acto muy diferente a como se había vivido antes de que surgiera la contingencia actual.
El Obispo emitió además, un mensaje de reflexión frente a lo que ha vivido el ser humano frente la pandemia y la realidad que los rodea.
“En medio de esta pandemia necesitamos reconocer la solidaridad y misericordia de nuestro Dios hacia el pobre, el alejado, el enfermo, y también para con nosotros, ya que habiendo sido seducidos por el egoísmo hemos colaborado a construir directa o indirectamente un mundo con gran injusticia, soledad y abandono”, refirió.
Resaltó también que es momento de no estar distraídos, y que es tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado, el cual se lo confió especialmente el día de la Pascua.
Por su parte, otras parroquias como la de San José, en la colonia Victoria, siguieron la tradición a través de las plataformas digitales. En el caso de la parroquia Santa Elena de la Cruz, el viacrucis se llevó a cabo en una camioneta, con un equipo de perifoneo y una cruz, símbolo con el que se acompañó la narración.