El primer tramo del panteón Municipal Antiguo es considerado patrimonio histórico de la ciudad, ahí se encuentran las tumbas de los fundadores y descendientes, presidentes municipales y personajes de Nuevo Laredo, Informó Raymundo Ríos Mayo presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo.
En el panteón ubicado en las avenidas Yucatán, Salinas Puga y las calles Simón Bolívar y General Maclovio Herrera, destaca la tumba con fecha más antigua y pertenece a la señora Tiburcia González de Ramos, falleció el 1 de febrero de 1881 a la edad de 60 años, así lo especifica el acta 307; don Juan Ramos Treviño su esposo murió en 1889 y están sepultados en el mismo lugar.
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“Don Juan Ramos Treviño fue uno de los fundadores de la Villa de Laredo y el creador de la Aduana de Nuevo Laredo, la imagen del también ex presidente municipal en 1875 y no aparece en el municipio junto a los demás ex presidentes y no sabemos la razón”, indicó.
La tumba de Ezequiel Reyes Uribe que fuera presidente municipal de este puerto fronterizo del 18 de septiembre de 1914-abril de 1915, también está ubicado en este cementerio.
Los límites del primer tramo antiguo datan de 1878, en una placa colocada durante la administración de Carlos Cantú Rosas Villarreal indican la zona, sin establecer el número de tumbas en ese espacio. “
Son tantas las tumbas que hay dentro del primer tramo antiguo que habría que seleccionar en primer lugar los fundadores, que es lo fundamental, después los presidentes municipales como don Luis García Salinas, alcalde de la Villa de Nuevo Laredo en 1857; fue promotor de la cárcel y padre de la profesora Constanza García y en la tumba donde está él se encuentra la maestra y otros parientes”, dijo.
Allí descansa Santiago Mauro Belden, presidente municipal en 1889, 1890, 1892, quien promovió la mayor cantidad de obras públicas durante su gestión en beneficio de la creciente ciudad en la época; se construyó el primer puente internacional denominado “Porfirio Díaz”, se inauguró el edificio de la Aduana, así como el alumbrado público.
Tomó parte activa en la construcción de la parroquia del Santo Niño y el reloj público; se instaló la primera Cámara de Comercio y creó una planta propia de agua potable y algunos trabajos para las aguas pluviales; gestionó la instalación de redes telefónicas en la ciudad y se construye el primer palacio municipal y la cárcel.
“Donaciano Echavarría Lozano (1887-1955), fue presidente municipal de la ciudad de 1920- 1921, también se encuentra en este panteón; durante su gestión se esforzó por el progreso con la instalación de servicios públicos”, contó Ríos Mayo.
Llamado también benefactor de Nuevo Laredo, pugnó por conseguir el impuesto que otorga la aduana para beneficio de los neolaredenses; realizó gestiones para la construcción de las carreteras Nuevo Laredo-Anáhuac y México-Laredo, se complementaron cuatro arcos del nuevo puente internacional y se instaló la Base Militar Aérea Mexicana que constaba de ocho aviones.
“Otros personajes que también se encuentran enterrados en el panteón local es Gregorio Garza Salinas, gobernador interino del estado de Tamaulipas de noviembre de 1924 a febrero de 1925.
El tramo de los veteranos donde se encuentra el primer sepulcro del General de División Lucio Blanco Fuentes (1879-1922), después fue trasladado a la Rotonda de los coahuilenses ilustres en Saltillo”, detalló.
María de Jesús de la Rosa “La Coronela” (1885-1958) llegó a este municipio en 1920 y donó en 1956 una manzana de su propiedad donde se construyó la escuela primaria que lleva su nombre en la colonia militar.
Otros participantes del movimiento armado de 1910 además de capitanes, sargentos, legionarios y generales como Maclovio Herrera Cano fallecido el 17 de abril de 1915, permaneció en el cementerio por 20 años y en 1935 sus restos fueron trasladados a Parral, Chihuahua..
El arquitecto Mateo Mattei (1839-1912), nació en Florencia, Italia, el también ingeniero, escultor y artista residía en Monterrey, Nuevo León, en 1864 y por encargo del gobierno en ese año construyó una fuente de mármol para la plaza Zaragoza, esculpió los bustos de Benito Pablo Juárez García, Zaragoza Mier y Terán, Jerónimo Treviño y Doctor Gonzalitos.
En 1880 fue contratado para construir el puente internacional entre los dos Laredos y fijó aquí su residencia, participó en la construcción de la parroquia del Santo Niño, la escuela primaria Miguel Hidalgo, el hospital Belisario Domínguez, el rastro municipal, la antigua planta de agua, el panteón municipal, el Teatro Concordia y la Logia Masónica.
Se incluye el tramo de los masones, judíos y otros especiales con escritura extranjera como china, israelita y japonesa, destaca el arte funerario único en el panteón municipal antiguo.
“Platiqué en algún momento con Armando Hernández Laurel, estuvo como coordinador en el lugar que estaría bien hacer no un folleto sino un libro que sirviera de historia para quienes les gusta lo pudiera adquirir y valorar y también para los turistas que vengan nacionales y extranjeros lo puedan ver”, manifestó.
Añadió que el acta número 5 del día 6 de mayo del 2011, al ser declarado patrimonio histórico de la ciudad, se determinó asignar el presupuesto necesario para que se realice el remozamiento de las tumbas.
“Gracias al doctor Eduardo Alarcón director del Centro Histórico Municipal y Monumentos Patrimoniales, se logró el remozamiento de algunas tumbas, la Sociedad Históricas de Nuevo Laredo fuimos los promotores de este acurdo de cabildo, se ha logró algo de lo que se requiere en este sector donde están personajes importantes de la ciudad”, destacó.
Juan Nepomuceno Seguín (1806-1890), fue un héroe de la revolución que llevó a Texas a independizarse de México y luego fue alcalde de San Antonio en la nueva República de Texas, fundó el pueblo que tenía su nombre, Seguín, Texas, donde fueron trasladados sus restos del panteón de Nuevo Laredo en 1973.
Luchó al lado de México contra los Estados Unidos en la guerra de 1846, Félix Palamede de Pierre Marie, barón de la Grandiere, quien se enamoró de una neolaredense. Además de los mausoleos, el Panteón Municipal resguarda columnas truncas que simbolizan o representan la interrupción del trabajo y la vida de un ser humano, fin de la existencia temprana.
“En el panteón municipal hay exquisitos trabajos de hierro vaciado que delimita el lugar donde están algunas tumbas, otras abovedadas, el arte funerario tallado en lápidas y esculturas de mármol italiano, emotivos y singulares epitafios, vale la pena visitarlo y conservarlo”, concluyó Ríos Mayo.