La flor de color brillante que representa el Día de Muertos es un símbolo de luz para guiar el sendero de los seres queridos que llegan a los altares, esto debido a su remembranza al sol según el México antiguo.
A pesar de la tradición ancestral, en Nuevo Laredo no tiene tanta demanda como en el centro o sur del país, donde llegan pocos ejemplares asociados a las conmemoraciones de los Fieles Difuntos.
“Se compra poco porque aquí no se tiene tanto la tradición, pero esta flor representa a nuestros difuntos y es con lo que podemos ofrendarles un poco del cariño que nos dejaron”, comentó Andrés Carmona, comerciante.
El también floricultor comentó que las flores de cempasúchil que traen a Nuevo Laredo vienen del estado de Hidalgo y que se piden en pequeñas cantidades, debido a que la demanda no es muy alta.
“Traemos alrededor de 300 macetas y una cantidad aproximada de 1 tonelada de flores, afortunadamente sí se venden, pero no son tantas comparadas a otras zonas del País”.
Las flores se venden por docena, por manojo o maceta para las diferentes ofrendas, y tienen un costo promedio de $50.00 pesos en esta frontera.
A diferencia de las flores compradas en algunos centros comerciales, estas plantas son cien por ciento mexicanas y sirven para honrar las tradiciones de estas fechas.