En Nuevo Laredo, al menos cuatro usuarios son atendidos en el Seguro Social por Artritis Reumatoide. Se estima que a nivel nacional 1.5 por ciento de la población con este padecimiento que llega a causar discapacidad por el intenso dolor e inflamación en articulaciones, particularmente en manos y rodillas.
Ayer, en el Día Mundial contra la Artritis, los especialistas del IMSS pidieron a los derechohabientes hacer conciencia contra esta enfermedad, esta enfermedad causa deformidad, notoria a simple vista, de las articulaciones del cuerpo y que, además de inflamación, causa dolor intenso.
José Martínez Martínez, director del Hospital del Seguro Social, explicó que el malestar es crónico, degenerativo y se caracteriza por provocar inflamación en la membrana sinovial que es la que alimenta, cubre y protege a los cartílagos de las articulaciones, por eso puede provocar que el hueso se dañe y aparezcan pequeñas erosiones.
“Por lo menos en la mitad de los pacientes se produce derrame del líquido sinovial”, comentó.
Si bien esta enfermedad afecta a hombres y mujeres de entre 30 y 50 años de edad, es más frecuente en mujeres. Sin embargo, también niños y adultos mayores pueden padecerla.
“Por lo menos en la mitad de los pacientes se produce derrame del líquido sinovial”, comentó.
El especialista indicó que con frecuencia se presenta sequedad en la piel, en ocasiones en los ojos y boca, que puede desarrollar conjuntivitis y caries, según sea el caso, así como crecimiento de las glándulas salivales paratiroideas.
Además, agregó que puede producir fiebre o inflamación de los vasos sanguíneos, conocida como vasculitis, la cual provoca lesiones de los nervios o llagas en las piernas.
En otras ocasiones la inflamación de las membranas que envuelven a los pulmones y corazón pueden producir dolor torácico, dificultad para respirar y una función cardiaca anormal”, expresó el médico del IMSS.
Las molestias se presentan con mayor intensidad en las muñecas, dedos de las manos y de los pies, codos, hombros, caderas, columna cervical, rodillas y tobillos, y provoca la aparición de abultamientos blandos.
Generalmente, afecta con mayor intensidad por las mañanas, pero desaparece progresivamente a medida que la persona ejerce su actividad diaria.
Las causas de la aparición del mal responden a factores genéticos, hormonales, de género y ambientales, que desencadenan una reacción del sistema inmune en contra de su propio tejido, ya que desconoce a sus células y por eso se inflaman.
“El tratamiento de la enfermedad es a base de medicamento y no es igual para todas las personas, el médico es quien lo determina en base a los análisis practicados a cada paciente, por eso es importante no automedicarse o ingerir remedios caseros para calmar las molestias”, puntualizó Martínez Martínez.
Finalmente, indicó que las personas con el padecimiento tienen que adaptarse a su enfermedad, por lo que recomendó hacer algunas modificaciones en su forma de vida, como evitar movimientos bruscos y aquellos trabajos en los que requieran de un ejercicio físico intenso, además de no permanecer con el cuello o espalda doblados durante mucho tiempo.