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El 'Mercadito', un lugar de encuentro que se niega a desaparecer

El mercado ha pasado por dos incendios, cambios de nombre y una constante evolución en lo que se vende.

Escrito en NUEVO LAREDO el

En los últimos años fue el punto de reunión de jóvenes y adultos, años atrás era la parada obligada para turistas que buscaban llevar un recuerdo de México, y mucho más atrás fungió como un verdadero mercado de abastos, así ha sido la evolución del Mercadito desde su primera construcción en 1882.

Primero se llamó El Parián Plaza de la Guardia Nacional, posteriormente Mercado “Maclovio Herrera” y por último “Mercado de la Reforma”, sin embargo, la costumbre ha hecho siempre se le conozca como “Maclovio Herrera” o simplemente como “El Mercadito”.

Siempre fue un lugar colorido, lleno de vida, música y comida, pero para llegar hasta lo que es hoy, pasó por dos terribles tragedias, pues como el ave Fénix, resurgió de las cenizas en dos ocasiones que fue consumido por el fuego.

El Parián se inauguró en 1885,  se encontraba en lo que ahora son las avenidas Guerrero y Matamoros y las calles Belden e Hidalgo; en 1914 fue incendiado por las tropas huertistas que se habían instalado en la ciudad desde enero de dicho año.

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En torno al Parián operaban otros negocios como “La Estrella”, donde se vendían abarrotes, frutas, loza, refrescos, mezcal y licores.

En 1919 se construyó un nuevo local todavía conocido como El Parían. Además de carne, frutas y verduras, también se vendían flores, artesanías, juguetes rústicos, y en los locales que daban a la calle Hidalgo y Matamoros, comercios de abarrotes, una que otra joyería y la dulcería “Longoria”.

En el centro de la nave comercial se encontraba una pileta en donde, a falta de refrigeración, se almacenaban los pescados que en su mayoría eran del río Bravo.

Nuevamente, el 24 de diciembre de 1980 de manera accidental el mercado fue consumido por las llamas y una persona perdió la vida.

A partir de ahí con el apoyo de la Junta Federal de Mejoras Materiales, comenzaron a reconstruirlo y fue así como lo nombraron; una vez reconstruido, se decidió llamarlo “Mercado de la Reforma”, sin embargo la costumbre ha hecho que prevalezca su nombre anterior.

Hoy el mercado ha evolucionado a lo que antes era, los grandes centros comerciales acapararon la venta de artículos de primera necesidad y convirtieron a este lugar en locales con venta de artesanías y expendios de bebidas.

Aunque se le llamó Mercado de la Reforma, por costumbre se le quedó Maclovio Herrera