Aquel lunes 27 de febrero de 1950 era especial en Nuevo Laredo, a pesar de que era inicio de semana, se convirtió en un día de fiesta pues el ídolo Pedro Infante pisó esta frontera para cantarle a la gente.
Desde que se supo de su presentación, la noticia causó revuelo entre los neolaredenses, se trataba del actor y cantantes más importante de la época de oro del cine mexicano, además que era del galán del momento.
Todos en la frontera se enteraron de esta presentación y querían estar presentes para disfrutar de los boleros del ídolo de México que se presentaba en La Terraza de las Américas.
Se llegó el día y cuentan quienes estuvieron presentes que antes de subir a cantar al escenario de la popular terraza, pasó a la Plaza Hidalgo, donde le cantó una canción a los boleros del lugar.
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Ahí muchos se acercaron y le pidieron que no se fuera, que los siguiera deleitando con su voz, fue entonces que Pedro Infante les hizo una promesa que haría de esta visita, algo muy especial.
“Aquí espérenme, dejen les canto a la gente que pagó un boleto y aquí nos vemos, no se me vayan”, fueron las palabras de Pedro Infante.
Con una Terraza de las Américas a reventar, Pedro Infante dio un show muy completo y emotivo, siempre accesible y tratando de consentir a quienes asistieron a tan importante evento.
Pero ahí no terminó la historia, el ídolo de México cumplió su promesa y regresó a la plaza para cantarle a su gente, fue un momento emotivo y lleno de mucha magia para quienes disfrutaron de la voz de “Pepe el Toro”.
Así fue aquel lunes 27 de febrero de 1950, una fecha que quedó grabada en la memoria de muchos que pudieron ver de cerca y disfrutar de la sencillez y calidez de Pedro Infante, el ídolo de México.
Hoy en la conmemoración de su aniversario luctuoso, Nuevo Laredo lo recuerda con cariño.