En el próximo mes de abril el general brigadier del Ejército Constitucionalista Maclovio Herrera Cano, cumplirá su 105 años de su muerte ¿Por qué no existe una tumba del militar caído en Nuevo Laredo?, dijo Raymundo Ríos Mayo, presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo, en su recopilación de datos históricos.
Surge este comentario dijo, por la visita que realizó a la Administración del Panteón Municipal Antiguo hace algunos años para revisar algunos datos en el libro de registro de defunciones de 1915.
Nacido el 15 de noviembre de 1879 en San Juanico Parral, Chihuahua, fue asesinado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el 17 de abril de 1915, algunos historiadores afirman que el General fue muerto por la espalda, a manos del mayor Alfredo Artalejo en un acto de traición.
El militar estuvo casado con María Galindo y tuvieron cuatro hijos: Maclovio, Eva, Adán y David que vivían en Parral, Chihuahua.
“Su acta de defunción fue fechada el 19 de abril de 1917, había sido asesinado con arma de fuego y lesiones al caer del caballo a las 11:00 de la mañana al poniente de la ciudad en las lomas ubicadas al norte del rastro”, investigó Ríos Mayo.
Se había enviado un comunicado con el número 166 del juzgado instructor militar en la C. Laredo, Tamaulipas México.
Se acordó día y hora en que el cadáver sería sepultado, después de ser embalsamado en Laredo, Texas, junto a su secretario que también fue asesinado ese mismo día el capitán segundo Saturnino Chávez.
“En el libro de defunciones y en la copia de esta acta aparece esta importante anotación: “Hoy veinticinco de abril de 1915 se libró por este juzgado la orden respectiva para que el cadáver del señor general Maclovio Herrera sea inhumado a las 2:00 de la tarde en el primer tramo del cementerio de esta ciudad.
Agregó que a solicitud de Zeferino Herrera hermano del extinto, después de fijada la hora, se invitó a la ciudadanía, funcionarios y militares al sepelio y a las exequias religiosas junto al capitán Chávez.
El lugar sería el cuarto tramo del panteón municipal; de acuerdo a las leyes y reglamentos de los panteones de esa época, estaba destinado para sepultar los cadáveres de personas de escasos recursos lo que en la actualidad se le conoce como fosa común.
“Acudí al Panteón Municipal Antiguo en 1915 y el ex administrador del lugar Héctor Gaucín Rodríguez informó que el libro de registros de 1915 se incendió debido a unos ladrones que entraron y quemaron los libros, se tenía conocimiento que los restos del general estuvieron en una tumba localizada al poniente del local de la oficina”, comentó.
Don Ezequiel Reyes Uribe presidente municipal en esa época, facilitó el terreno para darle sepultura en un terreno que había adquirido, este falleció a los 44 años de edad”, contó.
Reyes Uribe murió el 7 de mayo de 1915 sus restos fueron depositados junto a los del General Maclovio Herrera Cano y depositar el féretro arriba en una fosa profunda, describió Ríos Mayo.
“Ante esta situación, los restos del General Maclovio Herrera Cano fueron inhumados, existe un acta de defunción con el número 97 en la Oficialía Primera del Registro Civil donde se asienta la solicitud del Juzgado instructor militar”, explicó.
El cuerpo del general se desenterró, fue exhumado el 27 de enero de 1935 ante la autoridad municipal presidida por el ciudadano profesor Martín M. Herrera a las 10:00 de la mañana ante la presencia de la esposa del finado María Galindo viuda de Herrera, sus hijos Maclovio y Eva Herrera.
Estuvieron presentes el delegado de Sanidad Federal, Delegado de Higiene en el Estado , médico municipal quienes expidieron el consentimiento de ley, autoridades civiles, policía municipal resguardo aduanal, militares y comunidad en general.
“Se hicieron honores respectivos consistentes en toques de clarines por la banda militar y salva de veintiún cañonazos, a continuación se desfiló hasta palacio municipal donde se estableció la capilla ardiente, ahí el secretario del ayuntamiento se leyó datos biográficos del general y datos de como perdió la vida el general.