NUEVO LAREDO.- Circulando a 5 millas por hora, o a veces menos, es como los operadores de camiones cargueros circulan en algunas áreas de Estados Unidos, donde las temperaturas oscilan entre 28 y 30 grados centígrados bajo cero. Lo normal, son 65 millas por hora.
Álvaro de la Paz Hernández, residente de Nuevo Laredo, realizó una entrega en Watertown, Nueva York, donde la temperatura se registró en menos 28 grados centígrados cuando llegó a esa ciudad.
Las inclemencias del tiempo lo obligaban a circular a muy baja velocidad o, hasta a detenerse para buscar un momento en el cual poder avanzar.
“Avancé nada más 45 millas y me paré porque estaba exageradamente fuerte el aire y había poquita nieve en la carretera, no mucho, pero ya para acá para Nueva York a 25 millas más adelante ya no pude llegar porque se vino una tormenta de nieve exagerada y ya no pude moverme, para cuando quise moverme al día de hoy (ayer), ya tenía la nieve a más de medio metro, estaba arriba de los estribos del tráiler, parejo”, dijo De la Paz Hernández en entrevista telefónica.
Añadió que la nieve y el hielo les impiden circular hasta de día, por lo que por la noche, obligatoriamente se tienen que detener para evitar algún accidente.
“Si de día no nos podemos mover, en la noche menos… la nieve es muy traicionera no te puedes mover.
“Me iba moviendo donde no había carretera, me iba guiando por el tallador de la carretera que hay, pero sin ver la carretera, todo era blanco para todos lados”, argumentó.
El tráiler permanece tapizado de nieve. La caja, el tanque de diesel y el chasis se forran de nieve y por debajo, de hielo.
“Para poder abrir los tanques tuve que usar un como bate, las puertas también, las traseras (puertas) no las he podido abrir porque están llenas de hielo, los vidrios para bajarlos también tuve que abrir la puerta, me bajé para quitarle con una cuchara el hielo y el parabrisas de enfrente con lo caliente de la calefacción y el frio de afuera se me estrelló todo por la intensidad del frio”, explicó Álvaro, lo que comprobó con videos y fotografías de su estancia en esta ciudad, mientras espera a que la nieve le permita continuar su camino de regreso a casa.
El operador de 52 años, de los que 30 los ha dedicado a este oficio, dijo que hoy debería estar en Nuevo Laredo, su casa; sin embargo, la severidad de este clima, lo obligan a regresar más lento y no sabe cuándo pueda llegar.
Y es que, normalmente son 36 horas de regreso; 11 diarias con 10 de descanso, pero con estas temperaturas, se prolonga su llegada.
“Ahorita (ayer) estoy parado, yo nada más espero que amanezca para avanzar si el clima me lo permite, ojalá que no llueva porque cuando llueve se hace hielo negro y no puedes avanzar… Yo debería estar allá el domingo, pero la mera verdad no puedes calcular porque no sabes ni qué hay en el camino”, manifestó preocupado.
Para mantener su temperatura corporal normal, Álvaro viste botas para frío, doble pijama, overol forrado con material plástico y encima una chamarra. Además de una bufanda, lentes y dos gorros. Aunque en ocasiones, no es suficiente.
“Salí a quitar el hielo del parabrisas y con el puro vapor mis lentes se empañaron y se hizo hielo, eso fue en menos de dos minutos”, comentó sorprendido.
Los operadores tienen una fecha y hora para realizar la entrega de mercancía e igual para cargar, pero en estos casos, tienen que avisar y comprobar las circunstancias del retraso.