La Fiscalía General del Estado de Durango ha abierto una investigación para determinar la autenticidad de un certificado de COVID-19 presentado por la madre de la menor Paloma Nicole Arellano, quien falleció el pasado 20 de septiembre tras complicaciones derivadas de una cirugía estética.
La fiscal Sonia Yadira de la Garza Fragoso informó que el certificado de COVID-19 entregado al padre de la menor y posteriormente al colegio no se encuentra en el expediente clínico de la paciente.
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Además, la persona que aparece como responsable en el documento ha declarado que nunca lo emitió, lo que ha generado dudas sobre su autenticidad.
Este hallazgo se suma a las irregularidades en torno al caso, ya que la madre habría autorizado que su pareja sentimental, el cirujano plástico Víctor Manuel Rosales Galindo, realizara procedimientos estéticos a la menor sin el conocimiento del padre.
La cirugía, realizada el 12 de septiembre, incluyó una liposucción, una lipotransferencia de glúteos y la colocación de implantes mamarios, lo que derivó en severas complicaciones y finalmente en el fallecimiento de la adolescente.
En este sentido, la Fiscalía continúa con la investigación y ha solicitado un dictamen especializado para determinar si hubo mala praxis en la cirugía, la anestesia y el tratamiento posterior. Además, se está analizando la posible responsabilidad de la madre por omisión de cuidados y la posible comisión de otros delitos.