BIOLOGÍA MARINA

El misterioso cementerio de ballenas mexicano, perdido en una isla remota

Un islote volcánico en el océano oculta un legado fósil que revela la memoria de estos gigantes marinos que han estado ahí por miles de años, su refugio para la eternidad

El cementerio de ballenas perdido en el fondo del mar
El cementerio de ballenas perdido en el fondo del marCréditos: internet
Escrito en NACIONAL el

Roca Partida, una elevación pétrea que emerge solitaria en el Pacífico oriental, ha captado la atención de científicos internacionales por custodiar un hallazgo único: un vasto cementerio de ballenas a cientos de metros bajo la superficie.

Este islote, parte del Archipiélago de Revillagigedo y protegido como Reserva de la Biosfera, se sitúa a más de 350 kilómetros de la costa mexicana, entre corrientes profundas y una biodiversidad marina excepcional. Su ubicación aislada y la riqueza de especies lo convierten en un santuario natural de escala mundial.

El misterioso cementerio mexicano de ballenas

A 375 metros de profundidad, en una meseta submarina próxima a la base rocosa, reposan los esqueletos de ballenas jorobadas que murieron hace miles de años. Cráneos, vértebras y restos óseos se mantienen sorprendentemente intactos, configurando un escenario que científicos describen como un archivo biológico del océano.

Algunos estudios sugieren que las ballenas actuales, especialmente las hembras con crías, visitan el sitio en un comportamiento ritual que conecta generaciones pasadas con las presentes, un fenómeno observado en otras especies marinas de gran inteligencia.

Llegar a este enclave no es tarea sencilla. Solo expediciones científicas con sumergibles o robots submarinos pueden descender hasta el lecho donde yace el cementerio.

Incluso las áreas de buceo recreativo en las aguas cercanas requieren permisos estrictos, embarcaciones especializadas y experiencia avanzada, pues las corrientes del Pacífico imponen retos de navegación y seguridad.

Refugio para especies vivas

El hallazgo refuerza la importancia de conservar ecosistemas oceánicos remotos que funcionan como refugio para tiburones, mantarrayas y ballenas vivas.

La designación de Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2017 garantiza una protección legal que limita el impacto humano y asegura la continuidad de este laboratorio natural.

Así, Roca Partida se revela como una maravilla geológica y un puente entre el pasado y el presente de la vida marina, donde el cementerio de ballenas sigue narrando la historia secreta del océano profundo.