DESASTRES NATURALES

Terremotos de 1985 y 2017 en México: ¿cuál de los dos fue más devastador para el país?

El país registra más de 90 movimientos sísmicos al año, estos terremotos evidenciaron la vulnerabilidad de la capital y la importancia de la prevención sísmica

Escrito en NACIONAL el

Septiembre no solo representa los festejos patrios en México, sino que también evoca recuerdos dolorosos de desastres naturales que marcaron la historia del país.

Entre ellos destacan los sismos de 1985 y 2017, fenómenos que evidenciaron la vulnerabilidad de la capital frente a la actividad sísmica.

La Secretaría de Protección Civil de la CDMX destaca que México es uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo, registrando anualmente más de 90 sismos con magnitud superior a 4 en la escala de Richter, lo que equivale al 60% de todos los movimientos telúricos a nivel global.

Actualmente, los científicos no pueden predecir con exactitud un sismo. Estos fenómenos son extremadamente complejos y dependen de múltiples factores, como la interacción de placas tectónicas y la acumulación de presión en fallas geológicas.

El terremoto de 1985

El 19 de septiembre de 1985, a las 7:17 a.m., un sismo de magnitud 8.1 tuvo epicentro en las costas de Michoacán y Guerrero, a casi 400 kilómetros de la Ciudad de México. Su movimiento fue predominantemente oscilatorio, de lado a lado, causando estragos principalmente en las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Coyoacán, Benito Juárez e Iztacalco.

Entre los edificios afectados estuvieron el Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco (el emblemático Edificio Nuevo León colapsó), los hoteles Regis y Del Prado, el Multifamiliar Juárez y las instalaciones de Televisa Chapultepec. Se estima que murieron más de 10,000 personas, aunque no hay cifras oficiales precisas.

El terremoto de 2017

Justo 32 años después, el 19 de septiembre de 2017, a la 1:14 p.m., un sismo de magnitud 7.1 con epicentro en los límites de Puebla y Morelos, a 120 kilómetros de la capital, sacudió la ciudad. Su tipo de movimiento fue trepidatorio (vertical) y oscilatorio, afectando directamente edificios en la Condesa, Roma, Narvarte, Coapa y Xochimilco.

Aunque de menor magnitud que el sismo de 1985, dejó 369 muertos, de los cuales 228 fueron en la Ciudad de México. El evento evidenció fallas en construcciones de los años 80, aunque la existencia de la Alerta Sísmica permitió salvar muchas vidas.

Entre las estructuras colapsadas se encuentran el edificio de Álvaro Obregón 286, el Colegio Enrique Rébsamen (26 víctimas, en su mayoría niños), edificios habitacionales de la Roma y Condesa, y el Multifamiliar Tlalpan (9 fallecidos).

Estos recuerdos refuerzan la importancia de la prevención y la cultura sísmica, recordando a los mexicanos que, aunque no se puedan predecir los sismos, la preparación puede salvar vidas.