Un buen desayuno es fundamental para el desarrollo de habilidades de aprendizaje, concentración y energía en los niños, más en esta etapa del inicio de clases.
De acuerdo con expertos, para que los niños puedan aprovechar al máximo su jornada académica, los especialistas en nutrición infantil recomiendan un desayuno saludable, equilibrado y que aporte los nutrientes necesarios para su crecimiento y rendimiento.
¿Qué debe tener un buen desayuno?
Los expertos en nutriología mencionan que un buen desayuno debe incluir carbohidratos complejos, proteínas, frutas o verduras, lácteos y una buena hidratación. Estos componentes ayudan a mantener la energía, mejorar la memoria y fortalecer el sistema inmunológico de los pequeños.
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La clave está en opciones variadas y nutritivas. Los carbohidratos complejos como avena, pan integral o cereal fortificado proporcionan energía sostenida. Las proteínas, provenientes de huevos, yogurt, queso o frutos secos, favorecen el desarrollo muscular y la sensación de saciedad. Las frutas y verduras aportan vitaminas, minerales y fibra, esenciales para una salud óptima. Además, mantenerse bien hidratados, con agua o bebidas naturales sin azúcares, potencia su rendimiento escolar.
Ideas de desayunos ideales
Para facilitar la preparación, los expertos sugieren opciones sencillas y atractivas para los niños, como avena con fruta y nueces, tostadas integrales con queso y fruta, yogurt con granola y frutas, huevos revueltos con vegetales, batidos de frutas con leche, o tacos de huevo con verduras.
La variedad y la participación de los niños en la elección de los alimentos también fomentan hábitos positivos desde temprana edad.
¿Por qué es tan importante el desayuno?
Diversos estudios respaldan que un desayuno nutritivo mejora la concentración, la memoria y el rendimiento académico. Además, previene el consumo excesivo de snacks poco saludables durante el día y contribuye a mantener un peso adecuado.
En este regreso a clases, no olvides que un desayuno completo y equilibrado es la mejor inversión para que los niños inicien sus días con energía y enfoque.
Los pequeños que desayunan bien, tienen más probabilidades de disfrutar de un aprendizaje efectivo y saludable durante todo el año escolar.