México es uno de los países que más chile consume y en el país existe una gran cantidad de variedades que son utilizadas para preparar alimentos, pues algunos sirven para condimentar, mientras que otros para darle picor. La cocina mexicana está plagada de recetas en las que se utiliza el picante como ingrediente tradicional.
El chile que pique la mayoría de las veces no solo proporciona sazón, sino también podría ser benéfico para la salud siempre y cuando se consuma con moderación y es que algunos chiles contienen vitaminas y minerales indispensables para nuestro cuerpo.
En el picante se pueden encontrar vitaminas como la C y la A además de minerales, pero también contiene capsaicina, la cual es una sustancia con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y analgésicas. Sin embargo, hay que tener cuidado con el consumo excesivo de chile porque se puede llegar a tener problemas gastrointestinales.
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Lo bueno y lo malo de comer comida con chile
El chile, además de las vitaminas ya mencionadas, también puede contener calcio, hierro, folato, magnesio, potasio y tiamina, pero al comer mucho picante no solamente puede ser doloroso para el gusto sino también para el estómago. Si se abusa del picante se puede llegar a sufrir de gastritis o úlceras gastrointestinales.
Se sabe que las semillas del chile no son necesariamente malas y además, no causan apendicitis como se cree, pero sí puede provocar molestias digestivas en algunas personas sensibles debido a la capsaicina, la sustancia que causa la sensación de picor.
Aunque le quites las semillas al chile, de todas maneras picará, pues es que la capsaicina no se encuentra en las semillas sino en la membrana interna del chile. El picor puede variar del gusto de cada una de las personas, pues cada quien tiene diferente tolerancia al dolor.