Un caso que conmocionó al país en 2011 ha resurgido con fuerza en redes sociales gracias a un video publicado por el creador de contenido @Lonrot, quien revivió la historia de José Maldonado, un joven albañil de 23 años que aseguró haber encontrado un hada real en su casa.
En una época donde las redes sociales aún no dominaban la conversación pública como hoy, el caso de Maldonado se volvió viral a través de medios locales y nacionales, convirtiéndose en uno de los episodios más peculiares del México reciente.
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¿Un hada real?
José describía al supuesto ser mágico como una criatura diminuta y transparente, con un cuerpo similar a “un vidrio bajo la luz”. Según su relato, se la encontró al recolectar guayabas de un árbol cercano; al intentar atraparla le arrancó un pie, el cual mostraba como evidencia dentro de un vaso con formol para conservarla.
“¡Ay, un hada madrina!”, exclamó en una entrevista mientras mostraba el frasco, con una mezcla de ingenuidad, orgullo y asombro.
Filas, cobros y la ilusión colectiva
La noticia se esparció rápidamente. Miles de personas acudían a su casa, en Guadalajara, para ver al supuesto ser mágico. Hacían filas de hasta cinco horas y pagaban una entrada para observarla, lo que convirtió la historia en una atracción popular.
Pese a las dudas, muchos seguían creyendo. Algunos visitantes pedían deseos, otros simplemente querían ver con sus propios ojos lo imposible.
La verdad y el declive
Con el paso del tiempo, se descubrió la farsa: el "hada" era un simple juguete comprado en un tianguis. Pese al descubrimiento, esto no impidió que algunos siguieran alimentando la fantasía, formándose aún así y manteniendo el negocio redondo que José había hecho.
Sin embargo, el fenómeno perdió fuerza, dejándole a Maldonado deudas, amenazas, burlas y aislamiento social. La historia mágica se tornó en una pesadilla personal.
Un final trágico
Según narra @Lonrot, seis años después, José ya no podía salir de casa sin temor. En un giro trágico del destino, fue asesinado a balazos cuando fue a una tienda. Tenía apenas 29 años.
Su caso dejó una marca indeleble en la memoria colectiva de México: una mezcla de ilusión, desinformación, soledad y tragedia.