Acacoyagua se ha convertido en un referente de civismo ecológico en Chiapas, y no por casualidad. Detrás de sus calles limpias, plazas libres de basura y una conciencia urbana sobre el entorno, hay una historia de intercambio cultural, educación y constancia y actualmente es uno de los pueblos más limpios de México; al principio fue una colonia japonesa
La semilla de este cambio fue sembrada hace 26 años por Carlos Kasuga Osaka, empresario de origen japonés, quien junto a la comunidad nikkei local, ha promovido una visión integral del desarrollo humano y ambiental.
El pueblo más limpio de México
Hoy en día, los 18 mil habitantes del municipio han reducido drásticamente la generación de residuos sólidos, pasando de casi 18 toneladas diarias a solo cinco, gracias a una cultura de limpieza profundamente arraigada que involucra a toda la población.
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Esta transformación no fue inmediata. De inicio, hubo resistencia, pero con el tiempo y los resultados a la vista, la participación ciudadana se convirtió en costumbre.
Las campañas de recolección se realizan cada trimestre con la participación activa de niños, jóvenes y adultos. Además, se ha promovido la limpieza de ríos y zonas comunes como respuesta preventiva ante la escasez de agua.
Julio César López, impulsor del programa, comentó:
Si los afluentes están contaminados, no hay forma de enfrentar la crisis hídrica
El papel de las escuelas ha sido clave: ocho instituciones educativas han adoptado la causa, integrando actividades ambientales en su rutina.
Kasuga Osaka ha apoyado con recursos tecnológicos y pedagógicos, reforzando el vínculo entre educación y valores cívicos. La comunidad nikkei, presente en la zona desde hace más de un siglo, sigue siendo ejemplo de disciplina y solidaridad.
Acacoyagua brilla hoy por su limpieza gracias al legado japonés.