La naturaleza nos sorprende una vez más en pleno corazón de Monterrey, Nuevo León. En los márgenes del río Santa Catarina, una especie nativa y en peligro de extinción ha reaparecido: el castor americano. Su avistamiento ha generado entusiasmo entre ambientalistas y especialistas, no solo por su belleza singular, sino por lo que representa para la salud del ecosistema.
Aunque se trata de un animal originario de Nuevo León, su presencia había sido escasa por décadas. El hallazgo de huellas, árboles roídos y pequeñas presas construidas con ramas alertó a expertos sobre su regreso, lo que desató una serie de estudios para documentar su presencia.
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Actualmente, ya se han identificado varios ejemplares, incluso familias completas, lo cual es un signo alentador para su conservación.
Estos roedores son verdaderos ingenieros ecológicos. Su habilidad para modificar el entorno al construir diques y canales beneficia a múltiples especies al crear microhábitats que retienen agua, reducen la erosión y ayudan a recargar los mantos acuíferos. Donde hay castores, hay vida.
Sin embargo, su existencia en el río Santa Catarina enfrenta peligros importantes. La pérdida de vegetación nativa por actividades humanas reduce su hábitat y limita sus recursos. Además, al estar en una zona urbana, el riesgo de encuentros con humanos y mascotas, así como la contaminación, los pone en una situación vulnerable.
Ante esto, especialistas han señalado que la conservación del castor americano debe ser prioridad. Algunas acciones urgentes incluyen la restauración del entorno natural, campañas de concientización ciudadana y monitoreo biológico constante.
Cabe recordar que el río Santa Catarina fue declarado Área Natural Protegida Estatal en 2008 y alberga más de 800 especies, lo que subraya su importancia ecológica.
Si llegas a ver uno de estos castores, no intentes acercarte ni tocarlo. En lugar de eso, comunícate al 911 o a las líneas de Protección Civil y Parques y Vida Silvestre: (81) 20-33-12-18 o (81) 20-33-12-13.