Aunque su apariencia puede resultar encantadora, hay un pequeño mamífero que es portador de una defensa química tan poderosa que puede causar efectos físicos serios, entre ellos pérdida temporal de la vista. Con precisión quirúrgica, este animal usa su olor como una verdadera arma biológica.
El zorrillo, frecuentemente subestimado por su aspecto tierno, esconde un sistema de protección que puede resultar peligroso para quienes lo perturban.
El tierno animalito que puede dejarte ciego
Más allá del mal olor que se le atribuye, este mamífero posee la capacidad de lanzar una descarga líquida que puede generar ardor en los ojos, congestión respiratoria, vómitos y, en casos extremos, ceguera temporal.
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Este mecanismo defensivo se activa cuando el animal se siente en riesgo. Desde una postura de advertencia que incluye pisadas secas y movimientos de cola, el zorrillo puede liberar una sustancia compuesta por compuestos volátiles derivados del azufre, especialmente diseñados para repeler agresores.
Estos compuestos se almacenan en glándulas especializadas ubicadas en la parte trasera de su cuerpo, capaces de lanzar el químico hasta una distancia de dos metros, con precisión suficiente para alcanzar los ojos de un atacante.
El contacto directo con esta secreción puede generar una intensa irritación ocular, acompañada de lagrimeo, ardor e incluso la incapacidad de ver por varios minutos. En algunos casos, la inhalación del químico puede provocar reacciones más severas como náuseas, arcadas o sensación de asfixia.
El olor, otra defensa efectiva
Además del efecto físico inmediato, el olor persistente del zorrillo puede impregnarse en superficies durante semanas, dificultando su eliminación. Esta arma natural actúa como escudo para especies que, de otra manera, serían vulnerables a depredadores mayores.
En México, se reconocen ocho variedades de zorrillo, entre ellas el zorrillo enano (Spilogale pygmaea), una especie exclusiva del territorio nacional. A pesar de su docilidad habitual, es mejor observarlos con respeto y distancia.
El zorrillo no es solo un pequeño mamífero curioso: es un especialista en defensa química con una puntería que puede dejarte ciego.