La ciudad de Saltillo fue escenario de dos violentos altercados familiares que terminaron en agresiones físicas y disturbios, ambos relacionados con supuestos casos de infidelidad que sacaron a relucir los peores instintos de los involucrados.
Nayelli es castigada por su suegra
El primer incidente ocurrió en la colonia Ampliación Morelos, donde una joven de 22 años llamada Nayeli fue sorprendida por su pareja sentimental y su suegra en un comprometedor momento.
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Testigos relataron que alrededor de las 9 de la noche, la pareja de Nayeli llegó al lugar acompañado de su madre y los encontró a ella dentro de un automóvil con otro hombre. La reacción no se hizo esperar: la suegra bajó furiosa del vehículo y agredió físicamente a Nayeli en plena calle, ante la mirada atónita de vecinos y transeúntes.
El escándalo tomó mayores proporciones cuando algunos testigos intentaron intervenir para separar a las mujeres, mientras que el acompañante masculino de Nayeli aprovechó la confusión para huir del lugar, abandonando a la joven a su suerte. La policía municipal acudió al sitio para calmar los ánimos y documentar los hechos, aunque hasta el momento no se han reportado detenciones.
Ostin recibe paliza de su suegro
Pero este no fue el único caso de violencia familiar relacionada con infidelidades que conmocionó a la ciudad. En la colonia Omega, una cena familiar terminó en golpes después de que Alfredo, padre de una joven de 18 años, confrontara a su yerno Ostin de 19 años, a quien había visto salir de un motel sobre el Periférico Luis Echeverría con otra mujer.
Según relató el afectado padre, aunque había presenciado la escena el día anterior, decidió guardar silencio hasta que se presentó la oportunidad durante una cena familiar.
La discusión escaló rápidamente hasta convertirse en una pelea física entre suegro y yerno. Ostin, visiblemente alterado, abandonó el lugar pero regresó poco después acompañado de amigos, quienes comenzaron a lanzar piedras contra la casa de Alfredo, aumentando el caos en el vecindario.
La situación se complicó aún más cuando la esposa de Alfredo intervino cuestionando a su marido sobre qué hacía él cerca de un motel, generando así una nueva discusión marital en medio del ya tenso ambiente familiar. Vecinos tuvieron que intervenir para evitar que la violencia escalara a mayores proporciones.
Estos dos incidentes han generado preocupación en la comunidad saltillense sobre el manejo de conflictos familiares y las consecuencias de los arrebatos emocionales. Autoridades locales han hecho un llamado a la población para resolver sus diferencias a través del diálogo y los canales legales correspondientes, en lugar de recurrir a la violencia callejera que pone en riesgo la seguridad de todos.