MASCOTAS Y ANIMALES

Indigente le roba su cobijita a Blacky, un perrito de la calle; mujer se entera y lo adopta | VIDEO

La historia de abandono y rescate de un perro callejero en Iztapalapa despierta una reacción social intensa en línea que culmina en su adopción definitiva

Blacky sufrió frío, pero ya tiene hogar.
Blacky sufrió frío, pero ya tiene hogar.Créditos: internet
Escrito en NACIONAL el

Un video captado en la Ciudad de México mostró a un perro indefenso siendo despojado de su cobijita por un sujeto desconocido. Las imágenes generaron indignación masiva y, con la ayuda de activistas, el caso dio un giro inesperado: el animal fue rescatado y acogido por una familia.

Los hechos ocurrieron en calles de la colonia San Ignacio, en la alcaldía Iztapalapa, donde una cámara de vigilancia grabó el momento exacto en que un individuo se acerca a un can que dormía sobre una manta y se la arrebata sin ningún reparo.

Indigente le roba su cobijita  a Blacky

El animal, confundido y molesto, reacciona con ladridos e intenta alertar a un transeúnte que no logra comprender lo que acaba de suceder.

El clip fue compartido rápidamente en redes sociales como X e Instagram, provocando una oleada de mensajes de apoyo, indignación y propuestas para localizar y asistir al perro.

La grabación mostró la indiferencia social que enfrentan los animales sin hogar y también reveló el impacto que puede tener un acto aparentemente simple cuando es visto por millones.

Gracias a la difusión digital, el colectivo "Perritos y Gatitos en Apuros CDMX" intervino para ubicar al can y brindarle atención veterinaria, alimento y refugio temporal.

Según informó la rescatista Esther Díaz, el perrito, ahora conocido como Blacky, se encontraba en condiciones delicadas pero estables al momento del rescate.

Este día, Blacky fue adoptado por una familia que decidió cambiarle la vida para siempre. Hoy cuenta con cama, cuidados y sobre todo, el cariño que le fue negado durante tanto tiempo en las calles.

Este caso visibiliza la necesidad de una cultura de protección animal en zonas vulnerables de la capital, también resalta cómo el poder de las redes sociales puede transformar el destino de seres olvidados. Así, la historia de Blacky, el perrito robado en Iztapalapa, se convirtió en un símbolo de esperanza, empatía y acción colectiva.