La inesperada decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirarse abruptamente de la Cumbre del G7 dejó sin concretar la reunión prevista con autoridades mexicanas. Este hecho generó especulaciones sobre posibles tensiones o retrocesos en la relación bilateral, pero la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, se encargó de desmentir estas preocupaciones.
Durante una entrevista reciente, Rodríguez explicó que la cancelación de la reunión no solo afectó a México, sino también a otras naciones que esperaban encuentros similares con el mandatario estadounidense.
Sin embargo, destacó que esta situación no representa un retroceso ni un quiebre en las relaciones entre México y Estados Unidos.
Es algo que el mandatario decidió, pero eso no significa que la relación se detenga; al contrario, el diálogo y la comunicación continúan abiertos.
La secretaria indicó que, aunque la reunión no pudo llevarse a cabo en esta ocasión, es probable que se reprograme en un futuro cercano, en un momento más propicio para ambas partes. Esto refuerza la idea de que ambos gobiernos mantienen la voluntad de seguir trabajando juntos en temas prioritarios.
La ausencia de esta reunión, que generó cierta incertidumbre, no debe interpretarse como una señal de deterioro en la colaboración entre los dos países. Por el contrario, Rosa Icela Rodríguez aseguró que la comunicación se mantiene activa, y que las agendas conjuntas continúan vigentes.
Aunque la cancelación de la reunión con el presidente Donald Trump sorprendió a muchos, las autoridades mexicanas aseguran que no implica retroceso alguno, sino un aplazamiento temporal que no afecta el compromiso bilateral para continuar el diálogo y la colaboración.