Aunque muchos asocian junio con vacaciones, calor y el fin de cursos, para los médicos representa otra cosa: un mes en el que aumentan notablemente las enfermedades respiratorias, gastrointestinales y cuadros virales.
De acuerdo con médicos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), junio combina varios factores que disparan los contagios y recaídas: cambios bruscos de temperatura, lluvias frecuentes y una mayor exposición al calor húmedo, lo que favorece la proliferación de virus y bacterias.
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Además, las enfermedades gastrointestinales también repuntan. Según datos de la Secretaría de Salud, junio y julio son los meses con mayor incidencia de diarreas y gastroenteritis, sobre todo en menores de edad. La razón: las altas temperaturas aceleran la descomposición de alimentos, y muchas personas consumen comida callejera o mal refrigerada.
Otro factor clave es la relajación en los cuidados personales. Con la llegada del verano, muchos disminuyen el uso de cubrebocas, bajan la guardia en la higiene o descuidan la hidratación, lo que favorece contagios e intoxicaciones.
¿Qué puedes hacer para protegerte?
- Evita cambios bruscos de temperatura: al salir de ambientes con aire acondicionado al calor exterior, cúbrete nariz y boca
- Cuida lo que comes: evita alimentos crudos fuera de casa y mantén una adecuada refrigeración
- Lava bien las manos: una medida simple pero efectiva contra virus y bacterias
- Mantente hidratado: el calor puede deshidratarte sin que lo notes
- Atiende los síntomas temprano: si presentas fiebre, vómito o tos persistente, acude al médico
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Aunque junio luce inofensivo desde lo climático y emocional, los expertos advierten que puede convertirse en un mes crítico para la salud si no se toman precauciones.
Estar informado y actuar con prevención puede marcar la diferencia entre unas buenas vacaciones… y una visita al hospital.