Entre las aguas tranquilas del Pacífico mexicano, emerge una joya insólita: Mexcaltitán, un pequeño pueblo mágico que literalmente parece flotar sobre la superficie.
Su trazado circular, sus calles convertidas en canales durante la temporada de lluvias y sus casas de teja roja crean una escena que parece sacada de un sueño.
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Este enigmático pueblo-isla, oculto entre manglares y lagunas, ha capturado la imaginación de viajeros e historiadores por igual. No solo por su belleza arquitectónica y tradiciones pesqueras, sino porque algunos expertos lo consideran la mítica Aztlán, el punto de partida de los mexicas hacia la fundación de Tenochtitlan.
Una historia que flota entre leyendas y cultura viva
Además de su fuerte raíz indígena, Mexcaltitán fue hogar de inmigrantes chinos, quienes en el siglo XIX revitalizaron su economía con el comercio de porcelanas, marfil y textiles. Hoy, su legado vive en lugares como la "Casa China", un símbolo del mestizaje cultural del pueblo.
¿Cómo llegar a Mexcaltitán?
Desde Guadalajara, toma la carretera federal 15 rumbo a Tepic, continúa hacia Santiago Ixcuintla, y desde ahí dirígete al embarcadero de La Batanga. Una lancha te llevará en solo 15 minutos a esta isla encantada.
Mexcaltitán no es un destino más; es un viaje al pasado, al origen, y a la belleza que solo el agua puede esculpir. ¿Te atreves a descubrirla?