La noche del miércoles 28 de mayo, León, Guanajuato, vivió una de las jornadas más intensas de lluvia en lo que va del año. Lo que comenzó como una fuerte precipitación terminó en un caos vial y situaciones de alto riesgo para peatones y automovilistas, que enfrentaron encharcamientos, rachas de viento de hasta 40 km/h y un sistema pluvial colapsado.
Las redes sociales se llenaron rápidamente de videos que mostraban escenas alarmantes,autos varados, peatones cruzando corrientes con el agua a la cintura, y personas atrapadas dentro de vehículos que comenzaron a flotar en avenidas como Delta, San Pedro o Timoteo Lozano.
Uno de los casos más angustiosos fue captado en la intersección de calle Delta y Río Mayo, donde se observó a ocupantes de un automóvil sujetándose a un poste para no ser arrastrados por la corriente. La imagen se viralizó y se convirtió en símbolo de la noche.
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La Dirección Municipal de Protección Civil y la Secretaría de Seguridad informaron sobre severas afectaciones en importantes bulevares, como Juan José Torres Landa, Francisco González Bocanegra y el Malecón del Río, este último cerrado de manera preventiva y reabierto 40 minutos después tras el descenso del agua.
El fenómeno, que ingresó desde el norte y oriente de la ciudad, se desplazó hacia el centro y sur generando la caída de ramas, cortes viales y un llamado generalizado a extremar precauciones. Las autoridades exhortaron a evitar pasos deprimidos, avenidas anegadas y zonas cercanas a arroyos.
Mientras la lluvia continúa en forma ligera a moderada, Protección Civil mantiene el monitoreo activo y recordó que ante cualquier emergencia, la ciudadanía debe comunicarse al 911.
León vivió una noche que puso a prueba su infraestructura urbana y la capacidad de respuesta ante emergencias. Las imágenes de esta tormenta no solo retratan los efectos de la naturaleza, sino también la vulnerabilidad de una ciudad que, ante lluvias cada vez más frecuentes y agresivas, deberá reforzar su planeación y cultura de prevención.