La creciente prevalencia de obesidad y diabetes en niños mexicanos tiene una raíz profunda y preocupante, el consumo excesivo de azúcar desde edades tempranas.
Así lo advirtió el secretario de Salud, David Kershenobich, durante la conferencia matutina de la Presidenta Claudia Sheinbaum, Kershenobich explicó cómo este hábito alimenticio está directamente relacionado con serios problemas de salud en la niñez.
Kershenobich subrayó que uno de los principales detonantes del aumento en los índices de obesidad y diabetes es la ingesta elevada de azúcares.
El consumir azúcar desde niños es lo que determina que después tengamos tanta obesidad y tanto sobrepeso
Según Kershenobich, el consumo elevado de azúcar provoca alteraciones en la microbiota intestinal, que es el conjunto de microorganismos que habitan en el sistema digestivo. Estos cambios pueden afectar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa, contribuyendo así a la obesidad.
Las cifras que maneja la Secretaría de Salud son alarmantes: en estudios realizados en escuelas, se detectó que el 39% de los niños presentan obesidad, mientras que el 38% tiene algún grado de diabetes. Estos datos reflejan una realidad sanitaria preocupante que afecta no solo la calidad de vida de los menores, sino que también sobrecarga el sistema de salud pública.
Los expertos coinciden en que es urgente implementar políticas de prevención que incluyan educación nutricional, regulación del marketing de productos azucarados y promoción de hábitos saludables desde la infancia. De no corregirse esta tendencia, el panorama futuro podría estar marcado por un aumento considerable de enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida.