Cada año, decenas de personas pierden la vida en uno de los trayectos más temidos del país, donde la combinación de diversos factores hacen de este tramo el más peligroso de México.
Este pedazo de asfalto ha ganado notoriedad por la cantidad de accidentes fatales que allí ocurren, siendo considerado por autoridades y expertos en tránsito como el punto más crítico del sistema vial mexicano.
La curva mortal de México
Las estadísticas hablan por sí solas. En 2021, se reportaron 125 colisiones en este segmento, de las cuales 24 involucraron víctimas humanas, dejando como saldo 18 personas fallecidas. En 2023, se registraron 220 accidentes con un saldo de 16 personas fallecidas y 30 lesionados.
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Estos números reflejan un patrón constante de siniestros, cuyo origen se encuentra en múltiples factores interrelacionados.
La configuración geográfica del terreno representa el primer gran desafío. Estamos hablando de la “La Pera”, en el kilómetro 66 de la autopista México-Cuernavaca, enclavada en una zona montañosa donde las pendientes pronunciadas obligan a reducir considerablemente la velocidad.
Su forma semicircular obliga a los automóviles a ejecutar un giro cerrado de casi 180 grados, lo que pone a prueba la destreza de cualquier conductor.
Combinación mortal
A ello se suma una señalización deficiente en varias partes del tramo, especialmente en condiciones meteorológicas adversas. Durante la temporada de lluvias, el pavimento se vuelve especialmente resbaladizo, y la visibilidad se reduce de forma drástica, aumentando el riesgo de perder el control.
La falta de responsabilidad por parte de algunos automovilistas agrava aún más la situación. El exceso de velocidad y el desdén por los límites establecidos son prácticas frecuentes en esta vía.
A pesar de que las autoridades han invertido en superficies de alta fricción y campañas preventivas, los accidentes continúan.
Por estas razones, “La Pera” encabeza la lista de los tramos con más accidentes mortales.