La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su rechazo ante la aprobación en el Congreso de Estados Unidos de un impuesto a las remesas enviadas desde ese país, medida que, aunque fue reducida del 5% al 3.5% sigue siendo motivo de preocupación para el gobierno mexicano.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó la importancia de las remesas como sustento de millones de familias en México y reafirmó su compromiso de seguir trabajando para que dicho gravamen no entre en vigor.
Nosotros no queremos que haya impuesto, vamos a seguir trabajando. Es algo que vale la pena reconocer: logramos reducirlo, pero vamos a insistir en que no haya ningún impuesto a remesas
El tema ha generado alarma entre la comunidad migrante mexicana en Estados Unidos, ya que las remesas representan más de 60 mil millones de dólares anuales para el país, siendo una de las principales fuentes de ingreso para regiones rurales y urbanas con altos niveles de marginación.
Sheinbaum también resaltó que su administración mantiene comunicación directa con autoridades estadounidenses, en particular en temas comerciales y humanitarios.
Afirmó que este nuevo intento legislativo en Estados Unidos pone en riesgo los derechos de los migrantes que ya enfrentan múltiples desafíos para enviar apoyo a sus familias.
Las remesas no deben ser vistas como un negocio de recaudación, sino como un acto de amor y apoyo de nuestros paisanos
Analistas y organizaciones de defensa de migrantes han advertido que este tipo de medidas podría incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero, con mayores riesgos y costos para quienes más lo necesitan.
Mientras tanto, el gobierno mexicano anunció que continuará el diálogo con autoridades estadounidenses y buscará vías diplomáticas y legales para evitar que esta medida afecte la economía de millones de hogares.