Una reforma reciente a la Ley del Infonavit ha encendido las alarmas entre empleadores y especialistas laborales: las empresas estarán obligadas a continuar realizando los descuentos salariales de los trabajadores que tienen un crédito Infonavit, incluso si se encuentran incapacitados o ausentes por motivos médicos.
La modificación, que adiciona una disposición al artículo 29 de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, señala que las deducciones no se suspenderán por ausencias o incapacidades.
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Es decir, el patrón debe seguir pagando al Infonavit los abonos del crédito, aunque el salario esté siendo cubierto por el IMSS y no por la empresa.
La regla fue confirmada por el propio Infonavit en los Criterios Normativos de Recaudación Fiscal emitidos el 13 de marzo, donde se indicó que el cambio se implementará de manera obligatoria a partir del cuarto bimestre de 2025 (julio-agosto), con fecha límite de cumplimiento al 17 de septiembre.
Especialistas advierten riesgos
Para Francisco Gutiérrez-Zamora, socio de Chevez Ruiz Zamarripa, esta nueva obligación representa un riesgo financiero para los empleadores, quienes ahora deben “asumir el crédito hipotecario del trabajador cuando no hay salario”. Antes de la reforma, los descuentos se suspendían automáticamente durante una incapacidad, ya que el patrón no tenía control sobre los pagos cubiertos por el IMSS.
Ahora el patrón tiene que pagar el descuento al Infonavit, aunque no haya salario disponible. Después tendrá que hacer cuentas con el trabajador para recuperar ese monto
Carlos Ferran Martínez, socio director de Ferran Martínez Abogados, coincide en que la disposición está mal diseñada y provoca ambigüedades legales.
No hay reglas claras para implementar esta obligación, lo que ha generado ya la promoción de amparos. Además, no se modificaron otros apartados del artículo 29 que regulan los descuentos
Posibles consecuencias legales
El incumplimiento de esta disposición, aun sin lineamientos precisos, podría derivar en sanciones como una opinión negativa de cumplimiento por parte del Infonavit. Esto, a su vez, afectaría el estatus de la empresa en el Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE), indispensable para operar bajo esquemas de subcontratación.
El impacto no es menor: solo en 2024, la recuperación de cartera fue la principal fuente de ingresos del Infonavit, con más de 211 mil millones de pesos, por encima incluso de las aportaciones patronales.
Aunque el Infonavit ha pospuesto la entrada en vigor, el mensaje es claro, las empresas deben comenzar a prepararse desde ahora para implementar sistemas que garanticen el cumplimiento de esta nueva norma.