Ernesto Fonseca Carrillo, mejor conocido como “Don Neto”, abandonó formalmente cualquier restricción penal el pasado 5 de abril, luego de haber cumplido la totalidad de su castigo legal.
A sus 94 años, el veterano narcotraficante sinaloense, vinculado al trágico homicidio del agente antidrogas estadounidense Enrique “Kiki” Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, recuperó sus derechos de movilidad en todo el territorio nacional.
'Don Neto', recupera su libertad
Su liberación no solo marca el fin de una larga condena, sino también el cierre simbólico del auge del antiguo Cártel de Guadalajara.
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Figura fundadora de dicha organización junto con Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, Fonseca Carrillo fue uno de los pilares de la primera gran red de narcotráfico en México.
El caso que marcó su caída se remonta a febrero de 1985, cuando Camarena y Zavala fueron secuestrados, torturados y asesinados, desencadenando una crisis diplomática entre México y Estados Unidos. Por ese crimen, “Don Neto” fue condenado a cuatro décadas de prisión, aunque los últimos años los cumplió en su residencia debido a su deteriorado estado de salud.
A pesar de las múltiples enfermedades que padece, incluyendo cáncer de colon, artritis severa y ceguera progresiva—, Fonseca Carrillo aún enfrenta una demanda civil en California, interpuesta por los familiares de Camarena, bajo la Ley Antiterrorismo de 1992. Exigen reparación económica por los daños derivados del asesinato, al que califican como un acto de terrorismo internacional.
Libra justicia de EU
En contraste con sus antiguos socios, Caro Quintero ya extraditado y Félix Gallardo aún preso, “Don Neto” es el único que logró eludir la justicia estadounidense. Su historia, mezcla de poder, crimen y longevidad, lo convierte en el último rostro libre de una era que transformó para siempre la relación entre México, la DEA y el narcotráfico global.