Don Luis Costanzo Palafox se convirtió en una leyenda en San Luis Potosí y en todo México, por sus originales chocolates que han conquistado a los mexicanos por casi 100 años.
Aunque la fábrica inició en 1930 a cargo de su padre, no fue sino hasta 1966, tras el fallecimiento de don José Costanzo, que su hijo Luis tuvo que hacerse cargo de la compañía, junto con su madre. Fue gracias a don Luis que Chocolates Costanzo dio el gran salto entre ser un pequeño taller artesanal, hasta convertirse en la bien posicionada empresa, siendo además un referente nacional en la industria del chocolate.
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Adiós para siempre al maestro chocolatero
Y es que, no por nada se le llamó "el rey del chocolate", con casi 60 años al frente de la chocolatería, don Luis dirigió la empresa el doble de tiempo que su propio padre. A pesar de sus modestos inicios, los dulces Costanzo siempre han sido un éxito entre la población, gracias a que don José, originario de italia, era un experto elaborando caramelos.
Con tan solo 5 años viviendo en México, ya había inaugurado su propio local, junto al antiguo Cine Azteca, frente a la plaza de Armas, en el centro de la capital potosina. En 15 años ya tenía una empresa formada, con 20 empleados, 8 máquinas y un proceso específico para la conservación en frío de sus productos.
Sin embargo, Luis Costanzo, a pocos años de dirigir la compañía, inauguró en 1970 la que ahora se conoce como "la primera tienda Costanzo", en el Centro Histórico de San Luis Potosí y que sigue abierta.
Gracias a las exitosas gestiones de negocios de don Luis; quien, eventualmente se asoció con la familia Infante Kohrs, el negocio continuó prosperando hasta convertirse en lo que es hoy, un emblemático sello entre los dulces mexicanos.
La compañía ha podido impulsar la marca bajo el modelo de franquicias lanzado en el 2014, lo que ha mantenido en alto las ventas. Chocolates Costanzo solo se vende en México; actualmente encontrarás sucursales en San Luis Potosí, Querétaro, Guadalajara, Monterrey, Zacatecas, Aguscalientes e Irapuato, entre otras más.
Toda la sociedad potosina ha expresado su cariño ante la partida de Don Luis; quien estuvo siempre presente en distintas obras sociales para el apoyo a la cultura, el deporte y las artes.
Entre los chocolates que se han ganado el corazón de generaciones, se incluyen: las lenguas de gato, los tornillos, las duquesas, princesas y púrpuras; así como la nuez encanelada.