El peso mexicano inició la jornada del 26 de abril con una revalorización de 0.35%, situándose en 19.50 unidades por dólar. Esta variación positiva se produce en un entorno donde las tensiones geopolíticas han comenzado a ceder, ofreciendo una mayor certidumbre a los capitales internacionales que buscan refugio en monedas de economías en desarrollo.
Sabadazo del peso al dólar
El avance de la moneda nacional se da luego de semanas de volatilidad marcadas por la incertidumbre en el comercio global, producto de la guerra de aranceles impulada por Trump. Sin embargo, recientes gestos de conciliación entre Estados Unidos y China, como la eliminación de algunos impuestos por parte del gigante asiático, reavivaron el apetito por activos denominados en pesos.
Esta coyuntura ha sido leída por los operadores como un indicio de que el conflicto económico entre ambas potencias podría estar encaminándose hacia una tregua gradual.
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Técnicamente, el tipo de cambio ha encontrado soporte de probabilidades alrededor de los 19.45 pesos, y las proyecciones de analistas apuntan hacia una posible continuidad en la apreciación, siempre y cuando el valor se mantenga por debajo del umbral técnico de 19.97 pesos, nivel correspondiente al promedio móvil de 200 días.
De mantenerse esta trayectoria, no se descarta una prueba al nivel psicológico de los 19 pesos por dólar en las próximas semanas.
Buenos datos financieros
Dentro de las finanzas internas del país, los datos económicos más recientes han superado las previsiones iniciales, particularmente en los sectores productivos, lo cual motivó ajustes al alza en las expectativas de crecimiento del PIB para el primer trimestre de 2025.
En paralelo, la Bolsa Mexicana de Valores acumuló una ganancia semanal del 7%, su mayor incremento desde el sexenio anterior.
Con estos fundamentos, el peso mexicano no solo recupera terreno frente al dólar, sino que se posiciona como una de las divisas emergentes con mayor dinamismo en el arranque del segundo trimestre del año.