Cuando se habla de escapadas urbanas, la Ciudad de México suele pasar desapercibida durante Semana Santa, pero esa percepción ha empezado a cambiar.
Cada vez más visitantes descubren que estas fechas ofrecen una experiencia distinta: calles despejadas, transporte público fluido y una agenda cultural vibrante pero sin aglomeraciones.
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Semana Santa en Ciudad de México
Durante las dos semanas que abarcan la Semana Santa y la Pascua, gran parte de los capitalinos opta por salir de la ciudad. Las instituciones educativas, desde universidades hasta escuelas básicas, sincronizan sus calendarios con este receso, provocando una notable reducción en la actividad diaria. Esta pausa colectiva convierte a la urbe en un sitio ideal para explorar con calma.
Además del ambiente más sereno, los atractivos turísticos permanecen abiertos y más accesibles. El Bosque de Chapultepec, por ejemplo, se convierte en un refugio verde perfecto para caminatas, paseos en lancha o visitas al zoológico.
Al mismo tiempo, espacios como el Parque Bicentenario y el Planetario Luis Enrique Erro brindan entretenimiento para todas las edades, desde laberintos hasta proyecciones astronómicas.
La dimensión cultural también cobra protagonismo. El tradicional viacrucis de Iztapalapa, una de las representaciones religiosas más emblemáticas del país, ofrece una experiencia única tanto para fieles como para visitantes curiosos.
Redescubriendo la ciudad
Museos y cines como la Cineteca Nacional mantienen sus puertas abiertas, permitiendo a los viajeros sumergirse en el arte y la historia de manera relajada.
Si lo que se busca es una conexión más íntima con la ciudad, Semana Santa en CDMX es una ventana perfecta. La disminución del bullicio diario, sumada a una oferta variada de actividades, convierte esta temporada en un tesoro escondido para quienes prefieren disfrutar sin prisa.
Es así como la Semana Santa en CDMX se convierte en una de las mejores épocas para redescubrir la ciudad con ojos nuevos.