El peso mexicano vuelve a resentir los efectos de la inestabilidad global, afectado por factores externos que han puesto en alerta a los inversionistas. En la apertura de hoy, el tipo de cambio interbancario se ubicó en 20.18 pesos por dólar, con una baja del 0.68 por ciento.
La ligera depreciación de la moneda nacional está en sintonía con el mal desempeño de los mercados internacionales. La causa principal, la creciente preocupación por una posible recesión global, detonada por la imposición de nuevos y amplios aranceles anunciados la semana pasada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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Estas medidas proteccionistas han encendido las alarmas en el comercio internacional, generando volatilidad en las bolsas de valores y propiciando una salida de capitales hacia activos considerados seguros, como el dólar estadounidense.
Históricamente, el peso mexicano ha mostrado sensibilidad ante este tipo de anuncios. Los mercados emergentes, en general, sufren cuando el clima internacional se torna incierto, y el caso actual no es la excepción.
El nerviosismo financiero se ha visto reflejado en el debilitamiento de varias monedas latinoamericanas, no solo el peso.
Además, las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos también pesan en el ánimo del mercado. Ante la expectativa de posibles recortes de tasas o cambios en la política monetaria estadounidense, los inversionistas ajustan sus carteras, lo que puede impactar negativamente al peso.
Por ahora, analistas sugieren cautela, ya que la volatilidad podría mantenerse en los próximos días mientras los mercados digieren el impacto real de las nuevas tarifas comerciales y se esperan más señales desde Washington.