Las lluvias intensas y las inundaciones urbanas representan un gran desafío para los automovilistas, especialmente cuando el agua se acumula en las calles. Es bueno que sepas cuál es la máxima profundidad de un charco que aguanta tu vehículo sin sufrir daños.
Aunque algunos conductores subestiman el peligro, la mayoría de los vehículos, incluidos los SUV, tienen un límite de resistencia ante el agua que no debe sobrepasarse.
Los charcos y tu vehículo
Conducir a través de zonas inundadas puede dañar seriamente el motor y otros componentes esenciales del auto, lo que implica costosas reparaciones o incluso la pérdida total del vehículo.
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La mayoría de los automóviles están diseñados para soportar un máximo de entre 20 y 25 centímetros de agua, siempre que se circule a baja velocidad.
Superar este límite incrementa el riesgo de que el agua ingrese en el motor, en el sistema de escape o en las partes eléctricas, lo que puede ocasionar fallos mecánicos irreversibles.
Para evitar daños mayores, es recomendable evitar zonas con acumulaciones de agua y, si no hay otra opción, atravesarlas con extrema precaución. Reducir la velocidad y evitar movimientos bruscos como frenazos o aceleraciones repentinas es básico para no perder el control del automóvil y evitar la entrada de agua en zonas críticas.
Verifica siempre el nivel del agua
Antes de aventurarse a cruzar una calle inundada, es importante verificar el nivel del agua. Si esta supera la mitad de la llanta, lo mejor es no continuar, pues las probabilidades de que el auto sufra daños aumentan considerablemente.
Si tu automóvil ha pasado por una zona con agua estancada, es fundamental revisar el motor y el sistema de frenos. El agua puede afectar el rendimiento de estos componentes, reduciendo la capacidad de respuesta del vehículo.
Asimismo, es recomendable inspeccionar el sistema de escape y asegurarse de que no haya obstrucciones o acumulaciones de humedad que puedan generar corrosión con el tiempo.
Recuerda que el agua y los automóviles no son una buena combinación. Si bien algunos modelos avanzados pueden resistir ciertas condiciones extremas, lo ideal es evitar cualquier contacto innecesario con inundaciones.
Proteger tu auto de estos escenarios no solo alarga su vida útil, sino que también evita gastos innecesarios y accidentes en el camino.