La icónica silueta del Cerro de la Silla, símbolo de Monterrey, se ha desvanecido bajo un denso velo de contaminación. La calidad del aire en la zona metropolitana ha alcanzado niveles críticos, poniendo en alerta a la población y a las autoridades sanitarias.
La acumulación de partículas contaminantes, exacerbada por las condiciones atmosféricas y la llegada de polvo procedente de Texas y Coahuila, ha convertido a la ciudad en un entorno hostil para la salud.
'Desaparece' el Cerro de la Silla
El Sistema de Monitoreo Ambiental ha revelado que la mayoría de sus estaciones registran indicadores alarmantes. Municipios como Escobedo, San Nicolás, Monterrey y Santa Catarina presentan una calidad del aire sumamente deteriorada, lo que incrementa los riesgos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares en la población más vulnerable.
Te podría interesar
A pesar de los esfuerzos gubernamentales para mitigar la polución, las cifras continúan reflejando una situación preocupante.
Los reportes oficiales indican que al menos ocho municipios, incluyendo Guadalupe, Apodaca, Pesquería, Juárez y Cadereyta, mantienen un nivel de contaminación considerable.
Por otro lado, áreas como Monterrey noroeste, algunas zonas de García y un sector de Apodaca se encuentran dentro de los pocos espacios con calidad de aire aceptable. Sin embargo, la mayoría de los habitantes respiran un aire cargado de agentes nocivos.
Exhortan a no hacer actividades al aire libre
Ante la persistencia de esta crisis ambiental, las autoridades han exhortado a la población a reducir al máximo las actividades al aire libre, especialmente para personas con afecciones preexistentes.
Asimismo, se recomienda el uso de cubrebocas para minimizar la exposición a partículas finas y evitar complicaciones respiratorias.
La desaparición visual del Cerro de la Silla bajo esta nublada atmósfera es una señal de advertencia innegable. La crisis ambiental que enfrenta Monterrey requiere una respuesta urgente y coordinada para devolver a la ciudad la calidad de aire que sus habitantes merecen.